Pese a que faltan horas para la fecha límite (este miércoles 14 de julio) en la que los partidos deben confirmar ante la Justicia Electoral la conformación de frentes y alianzas para las PASO del 12 de septiembre, para los tiempos de la política representa "un mundo". Las negociaciones en Mendoza con los "indecisos" se mantienen y no se descarta alguna sorpresa de último momento.
El campeonato de Argentina en la Copa América fue el único momento en que los teléfonos dejaron de sonar por un tiempo durante el fin de semana, pero las conversaciones entre las fuerzas siguieron intensas, incluso el domingo.
Un histórico del oficialismo que no sabe si se queda o se va
Los tres alfiles de la UCR local, Alfredo Cornejo, Tadeo García Zalazar y el gobernador Rodolfo Suarez, se encargaron de cerrar la permanencia en Cambia Mendoza (CM) de quienes ya lo habían definido y algunos que estaban en duda. Así fue que sellaron su continuidad el Partido Renovador Federal, el Partido Socialista y Unión Popular, que había amagado con abandonar la coalición. También cerraron Libres del Sur y el denominado "Frente Liberal Productivista", que competirá en internas con lista propia ("Cambia Ya!") dentro del frente gobernante.
Este lo integran el Partido Demócrata Progresista, Republicanos Unidos, la línea díscola del PRO "Propuesta Participativa", y dos fuerzas que todavía no confirman 100% su participación: el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y el Partido del Diálogo.
Los referentes locales del partido que lidera Rogelio Frigerio a nivel nacional se reúnen hoy con Josefina Canale para negociar al menos un lugar para la Legislatura, que desde el espacio de Rodolfo Vargas Arizu y Sergio Miranda no estaban dispuestos -en principio- a otorgar.
Pero lo que más ruido hace hoy en CM es si el PRO, principal aliado del radicalismo en los últimos años, se queda o se va. Desde el sector que lidera el diputado nacional Omar De Marchi y que preside Álvaro Martínez reclaman mayor protagonismo en el armado de listas.
Las diferencias que en algún momento convirtieron en una posibilidad cierta que el partido amarillo abandonara la coalición parecen haberse zanjado en las últimas horas, aunque nada está definido. Hoy, la discusión se centra en las candidaturas que pide uno y que ofrece otro. De un lado reclaman por lo menos ocho lugares "entrables" en el parlamento local y la tercera banca para la Cámara de Diputados de la Nación. Del otro estarían dispuestos a aceptar esto último, pero sólo dos escaños para la Legislatura. Si ese número se engrosara, podría cerrarse la "novela" del oficialismo de cara a las legislativas.
"Son pataleos para negociar, pero seguramente cierran. Además, si jugaran por fuera corren el riesgo de que el partido sea intervenido como acordaron a nivel nacional la UCR, el PRO, el CC-ARI y el peronismo ampliado. Y no tomarán el riesgo", señalaron a Sitio Andino fuentes del radicalismo.
En cuanto al movimiento que fundara Elisa Carrió en 2002, existen dos líneas con posiciones opuestas: quienes optan por quedarse y aquellos que apuestan a abandonar el frente. Desde la conducción de CM exponen los mismos argumentos que con el PRO: "los que quieran irse, no podrán llevarse el sello".
En el peronismo mendocino desde hace tiempo las diversas corrientes se muestran alineadas, más allá de algunas diferencias ideológicas o metodológicas con la conducción, que encarna Anabel Fernández Sagasti. El entorno de la senadora nacional trabaja para integrar a todos los espacios y que nadie se quede afuera en el armado de listas provinciales y en los departamentos.
Las consultas de la semana pasada, de la cual participaron los seis intendentes del PJ y sus principales referentes, giraron en torno a la incorporación o no de José Luis Ramón. El diputado nacional se ha mostrado afín con el Frente de Todos en las votaciones en el Congreso y desde el peronismo sostienen que "sumaría dos o tres puntos que pueden resultar absolutamente esenciales".
El convenio sería ofrecerle al líder de "Protectora" el tercer lugar en la lista de Diputados para la Nación (que ocuparía sólo si el frente se impone en los comicios) y algunos espacios con chances ciertas de ingreso a la casa de las leyes y en concejos municipales.
¿Y las terceras fuerzas?
En un comicio que se advierte polarizado entre los dos principales frentes, los movimientos que no adhieren a esos espacios buscan armar una alianza que aglutine a la gran mayoría. A la aventura que se lanzaron el Partido Demócrata y Éxito, se unieron algunos sectores liberales y ya están "prácticamente cerrados" el Partido Verde y Ciudadanos por Mendoza. Gustavo Gutiérrez, de la Coalición Cívica, ya había dado también el OK.
La apuesta fuerte de este frente es el PRO. "Estamos esperando la respuesta de De Marchi", confiaron a este medio, aunque la posibilidad se diluye a medida que transcurren las horas.
El FIT, en tanto, mantiene la unidad del PTS, el PO y el MST. El objetivo es recuperar el espacio perdido en las últimas elecciones y acercarse a los números históricos que obtuvo en 2013, que le otorgaron un inédito lugar en el Congreso nacional.