El fiscal de homicidios Carlos Torres imputó por un "homicidio con exceso de legítima defensa" al hombre que mató a balazos a un presunto ladrón e hirió al cómplice de este, tras un intento de asalto en Guaymallén.
El fiscal de homicidios Carlos Torres imputó por un "homicidio con exceso de legítima defensa" al hombre que mató a balazos a un presunto ladrón e hirió al cómplice de este, tras un intento de asalto en Guaymallén.
El acusado, Guillermo Matías Corti (27), fue notificado de la acusación en la tarde de este lunes y al no poseer antecedentes penales se ordenó su liberación bajo fianza, con un monto de $500.000.
De esta forma, Corti deberá afrontar un proceso judicial en el que arriesgará una pena de 1 a 5 años de cárcel.
Un hombre se resistió a un asalto y mató a uno de los ladrones en Guaymallén.
El hombre permanecía detenido desde la madrugada del domingo, cuando mató a balazos a un presunto ladrón e hirió a su supuesto cómplice. Las pericias indicaron que el hombre disparó 9 veces, por lo que para el magistrado actuó con un "exceso".
Según la reconstrucción de los hechos, Corti manejaba un VW Gol por Acceso Este, cuando a la altura del cruce con Famatina, debió detener la marcha de su auto al reventarse los dos neumáticos delanteros.
Las pesquisas demostraron que en la calzada habían varias piedras que presuntamente habían colocado dos ladrones para luego asaltar al conductor.
Lo cierto es que Corti fue atacado apenas descendió del coche y apuntado con un arma de fuego. Ante esto desenfundó su arma y le disparó a los ladrones.
Uno de ellos, Emiliano Santander, recibió un disparo en la cabeza, falleciendo en el lugar. En tanto que el cómplice, un joven de 21 años, fue baleado pero sobrevivió.
Este individuo fue llevado al hospital Central, donde los investigadores lo identificaron y detectaron que tenía medidas pendientes con la justicia desde enero del 2019, por una causa por robo agravado por el uso de arma de fuego y otra del 2016 por daño.
Hasta la tarde de este lunes, el joven continuaba internado en el hospital Central, con pronóstico reservado y custodia policial. Cuando se recupere de las lesiones, la justicia definirá su situación procesal.