Día del sueño: una de cada cuatro personas tienen dificultades para dormir

Por Sección Sociedad

La dificultad para conciliar y/o mantener el sueño, se presenta como un inconveniente persistente en una gran parte de la población. A nivel internacional, se estima que 1 de cada 4 personas tienen dificultades para dormir, y se calcula que entre un 30 y 40% de la población adulta tiene algún síntoma vinculado con el insomnio que interfiere en su vida cotidiana, afectando mayormente a mujeres y personas de edad avanzada.

En el contexto actual de pandemia, algunos trabajos locales identificaron que el porcentaje de personas que refieren algún problema para dormir ha aumentado, llegando al 60% o incluso el 80% en algunos grupos de personas. Así lo comenta un informe de Ineco difundido en vísperas del Día Mundial del sueño que se celebra este 19 de marzo.

El sueño es considerado como un componente fundamental dentro de una rutina saludable, el cual, junto con una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio físico regular, configuran los pilares esenciales para gozar de una buena salud. Es por eso que los especialistas sostienen que lo recomendable es dormir entre siete y ocho horas.

En la misma línea, la falta de sueño a largo plazo puede asociarse con obesidad, diabetes, depresión y enfermedades cardiovasculares. Esto quiere decir que no es una cuestión que ocasiona solamente fatiga o malestar, sino que repercute de forma directa en la salud, afectado las actividades diarias y la estabilidad emocional.

"La privación del sueño de calidad tiene como consecuencias los cambios anímicos como mayor irritabilidad y ansiedad, decaimiento, disminución de la motivación y creatividad, y la afectación de la capacidad de atención y concentración. Estas emociones pueden, a su vez, traducirse en ausentismo laboral, mayor presencia de accidentes automovilísticos, disminución del bienestar percibido, mayor probabilidad de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión y un estado de fatiga generalizado" comienza explicando el Dr. Pablo López, Director Académico de Fundación INECO y especialista en trastornos del sueño. Sugiere las llamadas pautas de higiene del sueño, como por ejemplo, utilizar la habitación únicamente para dormir o evitar el uso de pantallas en los momentos previos al sueño.

"Lo que sucede habitualmente, es que las personas tienden a atribuir el insomnio a otra cosa: estrés, ansiedad, ánimo decaído, entre otras cuestiones. Si bien en muchas ocasiones, el insomnio puede ser secundario a esas condiciones, otras veces es un problema por sí mismo", explica.

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