El próximo martes 18 de agosto vence el decreto que regula el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) en Mendoza, por lo cual el Gobierno evalúa qué camino tomar a la hora de implementar más restricciones de actividades en la provincia, atento al aumento de casos positivos de Covid-19 de las últimas dos semanas.
Cabe destacar que un día antes vence también la disposición nacional que prohíbe las reuniones familiares y sociales en todo el territorio argentino. El Ejecutivo provincial aguarda la definición de Nación al respecto, para decidir si retoma o no los encuentros en domicilios particulares en Mendoza. Hasta hace 14 días atrás, sólo se permitían entre familiares y días domingo, aunque posiblemente se mantenga la prohibición en este aspecto.
Respecto a la inhabilitación de bares, seguiría vigente, ya que buena parte de los locales gastronómicos adecuaron sus instalaciones para funcionar como restaurantes y la afectación en cuanto a lo económico a causa de esta medida no fue significativa.
La duda se plantea en si Mendoza avanzará sobre otras actividades habilitadas, en el marco del sistema ON/OFF (encender/apagar) que ya se ha activado en la provincia. La determinación final está estrictamente relacionada con la capacidad de respuesta del sistema hospitalario, que según las autoridades del Ministerio de Salud, todavía cuenta con aptitud de atención a quien lo requiera. No obstante, la ocupación de camas UTI (Terapia Intensiva) en el Gran Mendoza ya alcanzó el 70%.
Si bien dijo que todavía es prematuro anticipar si habrá endurecimiento de la cuarentena, Rodolfo Suarez deslizó hoy algunos indicios de cómo continuaría el manejo de la pandemia en Mendoza las siguientes dos semanas. "Tal vez sería más fácil decirles que todos se queden encerrados en sus casas, pero eso produciría un daño muy grande, se perderían muchos trabajos", señaló el primer mandatario, marcando una diferencia con la visión del Gobierno nacional.
El gobernador aseguró que se preveía el incremento de casos que se ha registrado en Mendoza, pero hizo hincapié en que "la tasa de letalidad es baja", por lo cual volvió a llamar a la responsabilidad individual -hoy casi una marca registrada del oficialismo local-, para que "no perdamos estas libertades que tenemos y que la gente pueda seguir trabajando".
Por último, volvió a diferenciar lo que ocurre en el AMBA con la situación mendocina. "En Capital Federal y Buenos Aires están en una cuarentena mucho más estricta que la nuestra; la gente la está pasando peor que en Mendoza. Acá tiene libertades, puede hacer deportes, puede ir a trabajar, se mueve y el daño es menor", señaló.
Sin precisiones aún, las predicciones marcan que el Gobierno provincial no modificaría la estrategia en cuanto al manejo de la emergencia sanitaria y extendería las disposiciones actuales para la etapa venidera.