Una de las disposiciones que implementó la Dirección General de Escuelas (DGE) en contexto de cuarentena por la pandemia de coronavirus fue la evaluación formativa. Según explicaron en una conferencia de prensa encabezada por el titular de la cartera, José Thomas, sólo se calificaría a aquellos/as alumnos y alumnas que obtuvieran como mínimo un 7. Si el estudiante no alcanzaba esta marca, el docente debía colocar en el sistema de Gestión Educativa Mendoza (GEM) una evaluación formativa, es decir, debía explicar por qué el alumno no llegó al 7 y que podría deberse a un sinfín de motivos que van desde la falta de acceso a la conectividad hasta la ausencia de acompañamiento familiar, entre otras circunstancias.
No obstante, el gobierno escolar es optimista y asegura que todos/as los alumnos van a poder aprobar las materias, solamente que a algunos les tomará más tiempo y a otros, menos. Aseguran que por esto, tanto el GEM como la evaluación formativa son claves porque permiten identificar las trayectorias débiles y acompañarlas para que puedan continuar y lograr los objetivos planteados por el sistema.
"Si llegamos a diciembre sin presencialidad, la acreditación se estirará hasta los primeros meses del próximo año. La verdad es que no sabemos qué va a pasar con la pandemia. Lo cierto es que nadie se va a quedar en el camino. A algunos les llevará más tiempo que a otros estudiantes, sí, pero todos podrán acreditar, antes o después", señaló Graciela Orelogio, subdirectora de Educación de la DGE.
"Hay un gran operativo de acompañamiento junto con la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las trayectorias Escolares (Doaite), con la Dirección de Educación de los municipios e incluso con Educación Superior porque sus alumnos de último año están ayudando a las trayectorias débiles. Es un trabajo que califico de histórico, todos estamos tirando para el mismo lado, llegando a estos chicos, creemos que en diciembre serán muy pocos, o mejor dicho, estamos convencidos de que la gran mayoría de nuestros estudiantes va a llegar a acreditar y los docentes también lo creen así, somos muy optimistas. Si logramos trabajar tan bien como en el primer semestre, ahora será mejor porque ya tenemos la maquinaria más aceitada y sabemos qué hacer", sumó.
Orelogio destacó el trabajo realizado durante las jornadas que se hicieron de forma virtual en la semana previa al inicio de clases: "Fue muy profesional y organizado, hubo mucha predisposición. Se realizaron más de 12 mil reuniones por zoom por las jornadas, fue un trabajo excelente. Todos teníamos un poco de miedo porque era la primera vez que se hacían de forma virtual y el resultado fue impecable", dijo al respecto.
Y cerró: "Hay que destacar a las familias que han jugado un rol fundamental porque de un día para el otro, sin saber cómo ayudarlos para seguir la tarea en casa, se encontraron con que tenían que cumplir el rol de la seño y la verdad es que no podríamos tener tan buenos resultados si no fuera por el acompañamiento familiar. Les pedimos que no bajen los brazos en este segundo semestre porque los necesitamos. Todos van a llegar a la meta, antes o después, nos vamos a asegurar de eso porque al final, al contrario de lo que se llegó a pensar, este no es un año perdido, sino uno en el que todos estamos aprendiendo".