El Indec difundirá esta tarde los datos sobre la valorización mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) y de la canasta básica total (CBT) correspondientes a mayo último, que marcan los niveles de pobreza e indigencia en el país en función de los ingresos mensuales de las familias argentinas para su sustento.
Según datos del organismo, la CBA, línea de flotación por debajo de la cual una familia tiene ingresos suficientes como para no considerarse indigente, crece a un ritmo superior a la CBT, que marca el umbral de pobreza. La variación anual de la Canasta Alimentaría fue de 51,1%, mientras que la Total acumula 44,4% en el país.
La estadística oficial marca que en abril una familia tipo (2 adultos y 2 menores en edad escolar) requirió $42.593,98 para no caer en la pobreza, es decir, para cubrir sus necesidades de alimentos y bebidas, indumentaria y pago de servicios. Esto es, 1,4% más que en marzo.
En tanto, el ingreso mínimo por debajo del cual una familia puede considerarse indigente fue $17.896,63. Así, el valor de la CBA subió 3,1% respecto al mes anterior, el doble que la inflación mensual del período.
¿Qué pasa en Mendoza?
En la provincia el ritmo de crecimiento que refleja la inflación en los ingresos mensuales marca una situación inversa: la CBT evolucionó más que la CBA al menos en lo que va del año.
Así, durante el primer cuatrimestre del 2020 una familia mendocina necesitó unos $2.000 más que en enero para procurarse alimentos. Mientras que, incluidos los servicios y gastos de transporte, esto es, la Canasta Total, el repunte superó los $5.000.
A finales de 2019, el 35,5% de la población argentina se encontraba por debajo de la línea de la pobreza, y dentro de ellos, el 8% eran indigentes, de acuerdo con los últimos datos medidos por el organismo que encabeza Marco Lavagna. Pero la pandemia de coronavirus y su impacto sobre la actividad económica provocará un fuerte aumento de la pobreza, según estiman especialistas.