Fue durante la noche del jueves 19 de marzo cuando el presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento social preventivo obligatorio en todo el territorio nacional. A partir del día siguiente, las calles estaban vacías y los comercios cerrados. Primero sería por dos semanas, luego, por dos más y así la cuarentena comenzó a extenderse con el objetivo de aplanar la curva de contagios y evitar que el sistema sanitario colapsara.
De esta manera, muchos mendocinos y mendocinas comenzaron a ver afectados sus ingresos y la desesperación comenzó a crecer con el paso de las horas que, interminables, tampoco dejaban entrever que pronto volverían a sus lugares de trabajo. Lejos de quedarse paralizados, decidieron "reinventarse" y recurrir a ingeniosas estrategias para poder dar una mano a su economía familiar. Estas son sus historias de "resiliencia" o cómo superar adversidades en épocas de pandemia.
Desde hace 21 años, Laura Romero lidera el jardín maternal "Caritas dulces" que recibe a unos 95 niños y niñas desde los 3 meses y hasta sus 4 años a quienes acompañan 9 docentes en total, con ella incluida. La cuarentena la obligó a cerrar las puertas y este fue un golpe duro del que le costó levantarse.
"Este jardincito es el más grande de San Martín y con esta situación de la pandemia, ya lleva dos meses cerrado. Este era el único ingreso que tenía, porque el jardín se mantiene por las cuotas de los padres. Fue desesperante por el día a día y las cuentas que seguían llegando. Iba a caer en un estado depresivo, estaba acostumbrada a estar rodeada de niños de 7 a 21hs y de repente me encontraba en pausa. Me estaba afectando notoriamente, sentía que me iba a enfermar", comenzó a contar Laura.
Pero justo en ese momento en el que no podía más, la vida le hizo un guiño: "Mi hermana, Alejandra- que también es docente- recibió por su cumpleaños un desayuno y siempre me gustaron mucho, he sido una enviadora serial de desayunos", bromeó. Y siguió: "Decidí entonces incursionar allí, se lo propuse a mi hermana y de inmediato comenzamos".
La decisión fue acertada porque en tan sólo dos días, ya habían preparado 14 para entregar. El número se mantuvo y hasta crecía, en algunos días, tenía 8 desayunos encargados y cuando quiso acordar ya estaba sentada hasta la madrugada preparando los envíos que se harían pocas horas después.
"Me acuesto tarde, me despierto muy temprano pero nos está yendo muy bien. Estamos muy felices. Con la cuarentena, los cumpleaños se festejan sí o sí en casa y regalar un desayuno siempre fue una opción, las caras de alegría de las personas que los reciben es realmente gratificante en este contexto. Realmente, esto ha sido un aliciente en lo económico y me salvó también en lo emocional. Ahora sé que cuando pueda volver al jardín, voy a tener dos trabajos", cerró Laura.
Cumples en "cajita"
Alicia Niella es otra de las mendocinas que decidió reinventarse. Con su esposo tienen un salón de eventos infantiles y la cuarentena obligatoria apagó las risas en ese local de Las Heras pero las enciende a distancia.
"Nuestro salón se llama Tierra Huarpe, tiene juegos al aire libre y era el ingreso familiar. Ahora, como no estamos trabajando ni sabemos cuándo lo vamos a poder volver a hacer, tuvimos que buscar una alternativa", contó Alicia, mamá de un niño de 2 años.
"Estudié pastelería, hacía tortas que las ofrecíamos como parte del combo para los cumpleaños en el salón pero no era mi fuente principal de ingreso, hasta ahora. Nos abocamos a eso, a preparar cajas con todo lo necesario para festejar en casa, no sólo con torta sino también con otros dulces y son personalizadas", agregó.
Y lo que parecía "al plan B" salió bien porque ahora los cumpleaños son siempre en casa y en familia, "la verdad que me sorprendió lo bien que nos empezó a ir, claro que hay semanas mejores que otras pero no nos quejamos, tomamos pedidos y llevamos a domicilio en todo el Gran Mendoza", comentó Alicia.
Pero no es fácil llevar una familia adelante en tiempos de cuarentena por lo que su marido encontró la forma de sumar: con una camioneta prestada, distribuye productos de panadería y, de paso, aprovecha para hacer el delivery de las cajas cumpleañeras.
"Es difícil pero estamos trabajando y por suerte nos está yendo bien".
Una esteticista multifacética
Lorena Pace es esteticista, lleva adelante su emprendimiento "Adara" donde ofrece depilación y tratamientos de belleza. Ante este nuevo panorama, esta mamá también buscó cómo salir adelante: hace tapabocas y prepara pan casero y prepizzas para vender.
"Quedó todo paralizado y mi negocio era mi fuente de ingreso. Por eso, primero empecé con los tapabocas y luego, a elaborar pan casero y prepizzas para poder pagar las cuentas y subsistir", contó Lorena.
Así, vende sus tapabocas para niños y adultos a 80 y 100 pesos en Godoy Cruz mientras espera el día en el que pueda regresar a su trabajo, al que se dedica hace más de 10 años.
Clientas fieles
Darío Accinelli es estilista, una de las actividades que recientemente fueron reactivadas pero el alivio de hoy era hasta ayer incertidumbre y desesperación: no sólo había que pagar los gastos diarios sino también mantener el local para no cerrar definitivamente las puertas del local del que vive desde hace más de 15 años.
"El pasado 10 de abril, habían dicho que quizás el 14 podíamos abrir las puertas y en ese momento me sentí salvado, tenía la plata justa para llegar a la fecha en la que supuestamente volvería a trabajar pero finalmente no fue así y me agarró la desesperación ante el anuncio de que la cuarentena se iba a extender y yo sin un centavo", relató el joven.
"Entonces, se me ocurrió una idea que me podía ayudar, al menos, a pasar ese momento: estudié cuánto dinero necesitaba para poder mantener la peluquería abierta teniendo en cuenta el alquiler del local, las expensas y gastos. Elaboré entonces un menú de promociones para ofrecerlas por adelantado. La idea era que si solicitaban una de esas opciones, las pagaban a menor precio y tendrían prioridad cuando volviéramos a trabajar", agregó.
Darío, trabajando antes de la cuarentena.
Funcionó porque, inmediatamente, las clientas se prendieron en las promos."La respuesta fue fantástica, me sorprendió gratamente porque el 99% de las personas a las que les ofrecí el menú, ni dudaron en reservarse un lugar. Con eso pude solventar los gastos del local y ahora ya estoy organizando el cronograma de trabajo para volver a la peluquería", sumó Darío quien ahora respira más tranquilo porque si bien el dinero por las promociones ya fue destinado a los gastos del pasado mes, desde el anuncio del gobernador Rodolfo Suarez sobre la reapertura de estos locales, no paró de recibir mensajes.
"El miércoles por la noche, comenzaron a llegarme mensajes con el texto de Suarez, creo que me pidieron, sin exagerar, unos 50 turnos en 12 horas. Así que ahora estoy feliz preparando todo para volver respetando un protocolo que ya regía mi manera de trabajar hace tiempo y aprendiendo mucho: hice varias capacitaciones y la más reciente que dictó una reconocida marca de productos para el cabello con medidas de seguridad que no están en el protocolo local pero que son excelentes sugerencias que también tendré en cuenta", cerró.