Después de tres años de sequía estadística, finalmente el Indec dio a conocer ayer mediciones de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), lo que permite determinar valores de referencia para marcar la línea de ingresos que determina si una familia es "indigente", porque con lo que gana no alcanza a alimentar correctamente a sus miembros, o "pobre" porque con sus ingresos no cubre la canasta de bienes y servicios esenciales para una calidad de vida aceptable. ¿Pero cuán reales son estos datos, teniendo en cuenta la escalada inflacionaria qué inflación implícita llevan estos valores? ¿Qué inflación implícita traen consigo los valores publicados por el Indec de CBT y CBA?
Con datos a agosto, el Indec informó ayer que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el límite de la indigencia a nivel país, asciende a $4.120,63 para una familia de tres integrantes (dos adultos y un niño), a $5.175,92 para un hogar de cuatro miembros (dos adultos y dos niños) y a $5.443,93 en el caso de una familia de cinco integrantes (dos adultos y tres menores).
Si se compara estos números con los datos dados por el mismo Indec sobre los valores de la CBA para abril de este año, en cinco meses estos valores marcan una inflación implícita del 10,6% (Ver gráfico).
Algo similar ocurre con la Canasta Básica Total (CBT). Según el Indec, a agosto de 2016 la CBT para un hogar de tres miembros asciende a $9.942,99, a $12.489,37 para uno de cuatro integrantes y a $13.136,06 para una familia de cinco integrantes. Si se compara estos valores con los medidos por el Indec en abril de 2016, la CBT acumula en los tres casos una inflación en cinco meses del 10,3%.