La campaña electoral que finalizó hace algunas horas y que sirvió para que cada candidato intente convencer a los mendocinos para que lo vote dejó una gran cantidad de basura en las calles. No se salvó nadie: postes de luz, árboles, casas, puentes, todos los objetos que pueden encontrarse en una ciudad sirvieron para que los políticos se hicieran conocer.
La veda electoral impide a los candidatos seguir publicitando, pero no los obliga a retirar los carteles y las pegatinas que ya realizaron. Sin embargo, para que la ciudad y los municipios no se conviertan en un basural de papeles y cartón alguien tiene que limpiar la lugre de los partidos políticos.
Así, lugares como el Acceso Este, en Guaymallén, y el Norte, en Las Heras, fueron elegidos por los partidos políticos para pegar miles de carteles que tapan absolutamente la visión de los automovilistas. La cuenta es fácil: un poste, 5 carteles. Un puente, 50 carteles. Serán los votantes los que decidirán si más caras en las paredes significan más votos en las urnas.
Según se informó desde la Junta Electoral, legalmente son los partidos políticos los que tienen que dejar las calles como las encontraron a más tardar 10 días después de los comicios. Cada municipio puede imponer una multa para los que no limpien.
Sin embargo, desde los municipios del Gran Mendoza saben bien que los partidos políticos no siempre limpian la basura que generan en la campaña y ya están implementando operativos de limpieza. Capital, por ejemplo, limpiará durante el fin de semana los carteles en los postes y los pasacalles.
En otros casos los municipios no se resignan a tener que limpiar la basura de los candidatos e informaron que intimarán a los partidos políticos para que limpien las publicidades. No obstante, por respeto a los vecinos, todos indican que terminarán limpiando la basura electoral y después pasarán factura a los partidos políticos con el costo por la limpieza.