El teatro de luces y sombras es un teatro puramente de energías, de invocación de espíritus. Un diálogo con lo ancestral del ser. Pretender encontrarle una lógica racional a esto no hará más que oscurecer los sentidos, dirá su director sobre la propuesta que tuvo su noche de estreno ayer, en el Teatro Independencia. Y que hoy renovará la apuesta a partir de las 21.30.
Por eso quien pretenda preguntarse, ¿de qué trata la obra?, será un pregunta al vacio. La experiencia propone un cúmulo de imágenes, diálogos y personajes que aparecen y desaparecen. Que interpretan cuatro instancias caóticas de la existencia: el cosmos, la repetición, la confusión y la transformación.
Quizá como un sueño donde el inconsciente se libera y sin prejuicios ni conexiones lógicas deja fluir sensaciones, emociones, recuerdos. Y acaso sea un viaje donde se encuentren las respuestas a quiénes somos, por qué somos o de dónde venimos. Sin dudas un recorrido que lo completará cada espectador. Y sus impresiones dependerán de su mundo interior.
Técnicamente la pieza es una bella propuesta visual y musical. Inspirada por momentos en la estética de la Belle Époque francesa. Y donde también las luces y las sombras permiten platear la obra desde la artística del cine y del cómic.
Todo funcional a este viaje sin lógica aparente, que hace de Bella Tarde, un ejemplo concreto de que el teatro de experimentación e investigación es posible llevarse a cabo en nuestra provincia con excelentes resultados. No es un obra pasatista para nada, dirá Longo. Quien tenga la oportunidad de verla entenderá por qué
La entrada para asistir a la segunda función esta noche será intercambiada por un alimento no perecedero que FEDEM distribuirá luego en diferentes comedores.