El terremoto en Filipinas se produjo anoche a las 21:59 hora local con una magnitud de 6,9 en la escala de Richter, según los primeros reportes oficiales. El epicentro se localizó frente a la costa de Calape, en el norte de la isla de Cebú, uno de los principales destinos turísticos del país.
El movimiento telúrico fue seguido por fuertes réplicas, incluida una de magnitud 6 que se sintió en varias provincias del centro del archipiélago. Pese a la magnitud del sismo, no se emitióalerta de tsunami.
Entre las zonas más golpeadas está Bogo, una ciudad de 90.000 habitantes donde se registraron unos 30 muertos tras el derrumbe de edificios.
En San Remigio, el alcalde declaró el estado de emergencia y solicitó ayuda urgente en alimentos y agua para los desplazados.
A pesar del desastre, el aeropuerto de Cebú continuó en funcionamiento para permitir el arribo de ayuda humanitaria y la salida de personas afectadas.
Respuesta del gobierno de Filipinas
El presidente Ferdinand Marcos Jr. expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y aseguró una respuesta rápida del gobierno.
Brigadas de rescate, militares y voluntarios trabajan contrarreloj en busca de sobrevivientes entre los escombros.
La prioridad ahora es atender a las víctimas, restablecer los servicios básicos y garantizar el acceso a agua potable y alimentos en las zonas más afectadas.