El vino puede ser mucho más que el acompañamiento perfecto para una comida: también es una base ideal para crear cócteles refrescantes, sofisticados y fáciles de preparar. En Mendoza, cada vez más bartenders incorporan el vino en sus recetas para darle un toque gourmet a los encuentros sociales. El uso del vino en tragos combina lo clásico con lo innovador.
Estos cócteles son versátiles, accesibles y permiten resaltar las notas frutales y aromáticas del varietal. Además, son ideales para quienes buscan elevar el estilo de su gastronomía y hacer que la experiencia sea más completa. Con el plus hacer una bebida más liviana y elegante que los tragos tradicionales. A continuación, te presentamos cinco recetas simples con vino que podés preparar en casa para sorprender a tus invitados en la próxima reunión, sin necesidad de ser un experto en coctelería.
1. El cóctel con vino que no falla: Tinto de verano
Aunque es un clásico español, se adapta a la perfección a los vinos de Mendoza y es perfecto para los días cálidos. Solo necesitás vino tinto joven, gaseosa de limón o soda, hielo y una rodaja de limón. Se sirve bien frío y su equilibrio entre frescura y cuerpo lo convierte en una opción ideal para aperitivos. Es el cóctel más simple y rendidor con vino tinto.
2. Spritz de vino blanco
Inspirado en el tradicional aperol spritz, este cóctel reemplaza el espumante por vino blanco seco o Sauvignon Blanc. Mezclá vino, agua con gas, rodajas de naranja y un toque de almíbar o aperitivo amargo. Es una versión liviana, ideal para acompañar tapeos o charlas al aire libre.
cóctel de vino tinto y spritz de vino blanco
3. Clericó mendocino: brindis con sabor mendocino
El clásico de los brindis de verano argentino no podía faltar. Combina vino blanco o rosado con frutas de estación (duraznos, frutillas, naranjas, manzanas) y un toque de gaseosa o jugo natural. Es una bebida colorida, fresca y perfecta para compartir en grupo, muy típica en reuniones al aire libre o asados familiares.
4. Sangría moderna
La sangría tiene mil versiones, pero la más moderna se prepara con vino Malbec, frutas cítricas, licor de naranja y un chorrito de soda o ginger ale. Se deja reposar en la heladera y se sirve bien fría. Su sabor intenso y frutal la convierte en un éxito asegurado en cualquier reunión.
5. Espumante con frutillas y menta
Para cerrar con un toque elegante, mezclá vino espumante brut, frutillas en rodajas, hojas de menta fresca y unas gotas de jugo de limón. Este trago combina burbujas, acidez y frescura, ideal para un brindis sofisticado o una cena especial. Un cóctel simple que nunca pasa desapercibido.
clericó, sangría moderna y espumante con frutilla y menta
Preparar cócteles con vino no solo es una forma diferente de disfrutar esta bebida emblemática, sino también de revalorizar su presencia en la cultura gastronómica argentina. En Mendoza, cuna del vino nacional, cada vez más enólogos y chefs apuestan por estas combinaciones que invitan a celebrar con estilo, frescura y un toque de originalidad.