Un empleado público mendocino estafó a sus compañeros y lo dejaron sin trabajo
Utilizaba las cuentas de Mercado Pago de sus compañeros sin autorización, le sacaba fotos a las tarjetas de crédito y se ausentaba de su trabajo por horas.
Un empleado público estafó a sus compañeros y lo dejaron sin trabajo.
Un empleado público de Mendoza, que luego manifestó tener consumos problemáticos, era el responsable de una serie de estafas hacia sus compañeros de trabajo. Además, se comprobó que marcaba el ingreso a su trabajo -ahora extrabajo- a primera hora de la mañana pero luego se ausentaba durante horas. El Gobernador, finalmente, firmó su sentencia de cesantía.
Algo andaba mal en las oficinas de la Dirección de Economía Social y Asociatividad: transferencias misteriosas, compras no ejecutadas, cuentas de Mercado Pago que disminuían sin explicación. Los ánimos se comenzaron a caldear porque los empleados no encontraban explicación a esa serie de hechos enigmáticos.
Sin embargo, ganó la razón sobre la ficción y no se trató de un capítulo de una serie de terror, ya que finalmente se pudo dar con el responsable: un empleado público que le robaba a sus compañeros y fue desenmascarado cual fantasma de Scooby Doo.
Cuando la titular de la Dirección de Economía Social y Asociatividad, Lorena Meschini, levantó el teléfono no se imaginó que del otro lado de la línea la Jefa del Área de Mutuales, Violeta Pucciarelli, iba a informarle que había descubierto al causante de los sigilosos robos a las cuentas bancarias de los empleados de mencionada dependencia.
La metodología de los robos
El hombre identificado con las iniciales J.G.P. sustraía las tarjetas de crédito de sus compañeros de trabajo y realizaba consumos personales, a la vez que utilizaba el Mercado Pago de, al menos, otras dos compañeras. Además, le sacó fotos a otras tarjetas de crédito, para utilizarlas en otras oportunidades.
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El acusado tenía posesión de fotografías de tarjetas de crédito de sus compañeros.
Las víctimas de los robos y engaños manifestaron que "habían revisado los movimientos de sus cuentas y advirtieron que habrían realizado operaciones desde allí".
Por otro lado, fruto de las investigaciones asociadas a la declaración jurada del horario y marcación del empleado público, descubrieron que marcaba temprano y se retiraba de la oficina "para regresar dos horas después", según detalla el Boletín Oficial.
¿Qué dijo el acusado?
El hombre, en primera instancia, admitió haber usado las tarjetas y agregó que tenía posesión de fotografías de otras tarjetas de crédito. Luego, habría manifestado tener inconvenientes relacionados con consumos problemáticos, aunque no transcendió de qué índole.
La resolución
Se ordenó confeccionar un sumario administrativo para el acusado para investigar y comprobar la existencia de los hechos para, recién ahí, decidir qué medidas adoptar. Por mientras, el trabajador estuvo suspendido de manera preventiva.
Una vez finalizada esa etapa se decidió que el investigado"habría incurrido en conductas impropias, deshonestas e indecorosas, al utilizar las tarjetas de crédito de diferentes compañeros de tareas para realizar pagos de servicios varios, compras y transferencias a personas ajenas a los titulares de la tarjeta, y utilizar las apps de Mercado Pago, de otro compañero disponiendo de dinero de su cuenta sin su permiso".
"El sumariado reconoce los hechos por los cuales se lo acusa, manifiesta que son producto de su problema personal y relativiza el daño ocasionado a sus compañeros de trabajo expresando que el dinero sustraído se les habría devuelto", manifiesta el documento.
De esta manera, el expediente concluye informando "la sanción de cesantía". Es decir, el hombre que le robaba a sus compañeros, se quedó sin trabajo.