En horas del mediodía de hoy, lunes 28 de octubre, se conoció la condena a tres años de prisión condicional para el cantante de cumbia L-Gante. El Tribunal en lo Criminal Nº3 de Mercedes lo encontró culpable de amenazas y daños contra dos personas con quienes tuvo un fuerte cruce en mayo de 2023.
Elián Ángel Valenzuela, más conocido como L-Gante, tuvo un altercado con dos personas que luego lo denunciaron por amenazas, daños y privación ilegítima de la libertad, de este último cargo el acusado quedó absuelto por falta de pruebas. La condena por las amenazas y daños se resolvió en “3 años de prisión condicional”, lo cual es una posibilidad que contempla el sistema judicial argentino. Esta figura del derecho penal, también conocida como prisión en suspenso, se puede aplicar en ciertos delitos que no superen los tres años de pena. Esta disposición del Código Penal se basa en el principio de evitar el encarcelamiento efectivo cuando las condiciones personales y las circunstancias del delito permiten suponer que la persona puede reinsertarse en la sociedad sin necesidad de estar en prisión.
El juez, de acuerdo con los artículos 26 a 28 del Código Penal, tiene la facultad de ordenar la pena en suspenso en casos en que se trate de una primera condena y cuando las características del delito y de la persona condenada así lo sugieran. Para esta concesión, se deben analizar diversos aspectos, tales como la actitud del condenado tras el delito y su intención de no reincidir. “La finalidad de la pena privativa de la libertad es lograr que la persona adquiera la capacidad de respetar y comprender la ley, así como también la gravedad de sus actos”, establece la Ley 24.660, indicando el espíritu rehabilitador detrás de esta medida.
Reglas y condiciones que debe mantener L-Gante
Para acceder a la condena condicional, el juez debe imponer ciertas condiciones que el condenado (en este caso, L-Gante) debe cumplir, como vivir en un lugar establecido, evitar relaciones o lugares que puedan llevar a la reincidencia, o realizar trabajos comunitarios. Además, puede exigirse la asistencia a un tratamiento psicológico, educativo o la realización de una capacitación laboral. Si bien el objetivo es evitar el encarcelamiento en casos donde el contexto de la persona y el delito lo permiten, el incumplimiento reiterado de estas condiciones puede resultar en la revocación de la libertad condicional.
Esta posibilidad de mantener la libertad permite que personas con trabajos fijos o responsabilidades familiares no pierdan sus vínculos ni sus medios de sustento, una medida que el Código Penal justifica como una manera de “procurar su adecuada reinserción social”.
Un compromiso de responsabilidad y riesgo
No obstante, la condena condicional implica un compromiso firme: si el condenado reincide, la ley establece que deberá cumplir la pena de manera efectiva. Este riesgo prudencial pretende incentivar una conducta responsable dentro de la sociedad, evitando que el condenado vuelva a delinquir. Además, la prisión en suspenso no exime a la persona de reparar los daños causados y de cubrir los costos del juicio.