Historias de vida

De Mendoza para el mundo: la historia de tres mendocinos que decidieron emigrar

Los motivos son muchos. Sin embargo, la emigración no siempre es fácil. En esta nota, la experiencia de tres mendocinos que hoy construyen su vida afuera.

Por Florencia Rodriguez

Si tenés entre 30 y 40 años- y sin ánimos de generalizar- probablemente, en tu grupo de amigos y amigas, alguien haya decidido armar las valijas y partir. Los motivos son muchos y variados: la situación económica, la laboral, quizás la incertidumbre propia de una Argentina que logra estabilizarse o, simplemente, ese deseo de recorrer el mundo y conocer otras culturas y modos de vida, plantar un desafío personal ante un anhelo de superación o de una nueva y válida experiencia. Sea cual sea la razón, el proceso de emigración no es fácil, dejar una vida atrás para comenzar una de cero, lejos de todo lo que es cotidiano y familiar no es sencillo. Aún así, cada vez son más las personas que se animan a tomar esa posta y correr la carrera. En esta nota, la historia de tres mendocinos que dejaron la famosa “zona de confort”.

En busca de un futuro

Era el año 2018 cuando Rocío Giménez Gorri y su compañero de vida, Gastón, habían decidido dejar la Argentina. Luego de planearlo, pensarlo y repasarlo, finalmente consiguieron partir a España junto a sus tres hijos de 9, 4 y 2 años, en agosto del 2022. No fue sencillo, las preocupaciones estuvieron a la orden del día y con una familia formada y consolidada, el nivel de dificultad (por ponerle un nombre) era un poco más alto que cuando una persona emigra sola. Sin embargo, lo lograron y juntos, hoy tiran para adelante en Alicante.

Rocío tiene 36 años, vivió junto a sus padres y hermanos en la Sexta Sección hasta que conoció a Gastón y tras un tiempo de noviazgo, comenzaron su propia familia en Gutiérrez, Maipú. En Mendoza, trabajaba por cuenta propia, tenía un microemprendimiento de pañales de tela ecológicos pero, a veces, la cosa se complicaba.

“En mi día a día, estaba a las corridas todo el tiempo. Llevaba y traía a mis niños del colegio y se sumaban todas las actividades de una familia. Creo que vivía arriba del auto, no tenía tiempo ni para ir a un control médico, no podía cuidar de mi salud física ni mental. A su vez, no teníamos mucha vida familiar, los chicos venían muy poco a su papá y nosotros apenas si compartíamos un momento juntos. Por suerte, cuando se daba la ocasión, era tiempo de calidad y llegamos a ese punto de tener que agradecer los minutos en los que podíamos estar todos juntos”, comenzó a relatar Rocío.

Combinar la vida familiar, con la personal y la laboral, ser eficiente y estar satisfecho no es tarea fácil para nadie. Rocío contó que a esta situación normal que viven muchas personas, se sumaba que sus hijos se enfermaban mucho. El bombo de su vida diaria era así: “Cuando estaban en la escuela, trabajaba todo lo que podía: haciendo redes, asesorando a nuevos usuarios, comprando insumos, cosiendo, tejiendo, haciendo los envíos, también la cadetería. Luego, las tareas de la casa mientras administraba el trabajo virtual. Mi marido trabajando todo el día, a veces fuera de la provincia e incluso, del país. Los peques se la pasaban enfermos si no era uno, era el otro y así todo el año. Teníamos una prepaga y nos la pasábamos llamando al médico a domicilio”.

En este panorama, la meta comenzó a aclararse: “Gastón trabajaba afuera y la idea entonces, era irnos con traslado, con la VISA PAC (Personal Altamente Calificado). Tomamos la decisión porque queríamos tener calidad de vida y tranquilidad. Poder proyectar a futuro y disfrutar de la vida al mismo tiempo. En Argentina, al final, con suerte podíamos proyectar unas vacaciones familiares y los fines de semana cada vez eran más cortos”.

Luego de años de planificar y trabajar para llegar, finalmente, vieron la bandera a cuadros y aquí quedaron familiares, amigos y el perrito de la familia que fue adoptado por unos amigos que le brindan el mismo amor.

La verdad es que aún no pienso en volver, sí en visitar, pero no a vivir. Quizás todavía estoy en la etapa de enamoramiento porque hemos llegado hace poco, pero por la experiencia que hemos vivido hasta ahora, no hay ganas de volver atrás. Amo mi provincia, amo a mi país y soy orgullosamente argentina pero aquí, hoy estamos como deseábamos, sobre todo para nuestros hijos que son la primera motivación para salir de la zona de confort: darles una mejor calidad de vida”, dijo.

Y se extraña, claro: “los abrazos de mi viejo, el asado de mi hermano mayor, separar a los primos de las peleas, pasar a tomar la mediatarde con los abuelos después del colegio, que mis hijos se críen con su familia. Es muy doloroso”. Sí, los argentinos hemos aprendido que nada es gratis y hay que tener mucha fortaleza para pagar el precio de algunos sueños.

Los consejos de la experiencia

Hoy, en Alicante, Rocío no pierde la sana costumbre de informar y asesorar, aunque no sobre su trabajo sino sobre su vida: consciente de todas las preocupaciones y dudas que las personas experimentan cuando piensan en emigrar, ella comparte su experiencia no sin antes avisar: “Esta es nuestra situación y realidad, no significa que así es para toda la gente que emprende la misma misión que nosotros”.

“Como el cambio fue muy brusco, decidimos sumar actividades a los niños, las mismas que tenían allá: teatro, danza, estudiar idioma. Van a la escuela pública de 9 a 17hs, almuerzan en la escuela y se puede sumar puntaje. En nuestro caso, nos han otorgado una beca al 100% en el comedor, se renueva con la declaración de impuestos. Las comidas son planificadas por nutricionistas y el menú es muy variado. Por suerte, ya no se enferman tanto, no sé si es por las defensas que han formado o porque el nivel de estrés ha bajado sustancialmente, pero las visitas al médico son pocas”, señaló.

En cuanto a cobertura médica, contamos con la seguridad social, que sería la pública, dentro de todo es buena, tiene falencias como en todos lados. También contratamos una cobertura privada básica para especialistas, porque si el médico de cabecera no lo considera necesario, no te deriva, por ejemplo, a controles de prevención”, agregó.

“Los niños han hecho muchos amigos, se han nutrido de mucha cultura. Para nosotros, es importante porque nuestro mayor miedo era cómo les iba a afectar el cambio, pero ha salido bien, al ser una ciudad con mucha afluencia inmigrante y turística, hay personas de todas las religiones y en las escuelas cuentan mínimo con tres idiomas contando el propio de la comunidad. En caso de que haya niños que no conocen alguno de esos tres también tienen auxiliares que hablan en los idiomas que necesitan, por ejemplo, en francés o ruso. Después del colegio socializamos en la plaza que está en la puerta del colegio donde se juntan todos los niños y papás después de clases, todos los cursos se conocen y se cuidan entre ellos. La gente es la misma que vive en los alrededores, todos vecinos de la zona”.

Para terminar, Rocío mencionó otros aspectos positivos y negativos de su nueva ciudad que ahora es su hogar: “El transporte público es muy bueno, no hay inseguridad, las leyes de tránsito son súper respetadas y algo que también nos encantó es que tenemos la playa a 15 minutos de casa y que cada lugar al que vas hay algo de historia, edificios increíbles, castillos, torres, cada pueblo tiene su cultura e historia romántica. Podes hacerte una escapada a una ciudad increíble en pocas horas en auto o sacarte un pasaje accesible y estar en otro país. Hay calidad de vida, que es lo que buscábamos. Lo malo es que el sistema de salud no es perfecto. Los controles de prevención a los q estamos acostumbrados en Argentina no están contemplados y para acceder a ellos, a veces hay que exagerar un poco o acudir a un seguro privado”.

WhatsApp Image 2023-05-23 at 9.15.53 PM.jpeg
En familia: Rocío y Gastón junto a sus tres hijos, en Alicante, España.

En familia: Rocío y Gastón junto a sus tres hijos, en Alicante, España.

El sueño de recorrer el mundo

Otra historia es la de Mauro Sturman. Con 35 años, admite que el deseo de emigrar siempre estuvo presente. Su familia vive en Israel hace 8 años, él se quedó en Godoy Cruz y trabajó en comunicación y prensa institucional durante varios años. Hoy, cuenta esta historia desde Medellín, en Colombia.

“Siempre me gustó viajar, conocer otras culturas y vivir nuevas experiencias. La posibilidad de emigrar estuvo presente durante muchos años pero fue durante la pandemia que comenzó a convertirse en un proyecto que se fue consolidando poco a poco. Finalmente, me fui en febrero del 2022, junto a mi perro, Román”, empezó a contar.

Sobre sus razones, Mauro explicó: “Creo que fue un cúmulo de situaciones. Primero, quería experimentar vivir durante un tiempo considerable en otro país; también tuvo que ver por supuesto el hecho de que mi familia estuviera viviendo en el exterior y sentí que también era una buena oportunidad para aprender un nuevo idioma y perfeccionar mi inglés”, sumó.

Tras dejar Mendoza, Mauro llegó a Israel para instalarse. Aún no domina bien el idioma pero consiguió trabajo y eso le permite ahorrar para seguir planeando la visita a nuevos destinos. A diario, despierta a las 6.30 y trabaja hasta las 16hs haciendo control de calidad para una empresa de jugos. Va al gimnasio, juega al fútbol, se junta con amigos. Los fines de semana se distribuyen en tiempo con la familia o salir a pasear.

WhatsApp Image 2023-05-24 at 10.39.54 AM.jpeg
Después de mucho tiempo, Mauro se reencontró con su familia en Israel.

Después de mucho tiempo, Mauro se reencontró con su familia en Israel.

“Pienso que lo bueno de emigrar es que te permite aprender aún más sobre el valor de la tolerancia, la humildad y la capacidad de adaptación. Además, es sumamente enriquecedor en cuanto a los conocimientos que uno adquiere sobre otras culturas y la posibilidad de entender las diferentes miradas que existen sobre el mundo. Lo malo es que de un día para otro te encontrás lejos de tus afectos, costumbres, gastronomía. Además, personalmente y tras haber vivido en el exterior y viajado bastante por diversos países, puedo decir con seguridad que Argentina es un país excepcional con muchísimas cosas para extrañar cuando se está lejos”, asegura.

¿Si planea volver? “Argentina es mi país, mi casa. Mi idea siempre será volver, aunque no creo que sea en el corto plazo. Creo que tenemos un país excepcional, aún con los problemas actuales. Cuando viajás por Sudamérica, por ejemplo, entendés que estructuralmente y en cuanto a los derechos particulares que tenemos los argentinos, nuestro país sigue siendo de los más avanzados del continente, por lejos. No lo digo solo yo, sino un montón de extranjeros que conocí viajando”.

WhatsApp Image 2023-05-24 at 10.39.54 AM (1).jpeg
Uno de los viajes más especiales para Mauro: el Mundial de Qatar 2022 y Argentina campeón.

Uno de los viajes más especiales para Mauro: el Mundial de Qatar 2022 y Argentina campeón.

La Argentina se extraña y según Mauro, la decisión más dura es dejarla “y aceptar que cuando te vas, es a empezar de cero en otro lado. Al principio es súper difícil, sobre todo si emigrás a un país donde el idioma que se habla no es tu lengua nativa, o es un lenguaje que desconocés totalmente como fue en mi caso. Hay días que extrañás muchísimo porque obviamente, todo lo que conocías está fuera de tu alcance y todo te resulta diferente. No obstante, siento que lo se extraña realmente son los afectos y al forma de entender la amistad que tenemos los argentinos. Y un poco el asado, obvio”.

Animarse a intentar, siempre

Mauricio Cappello, de 31 años, barista y bartender. Armó las valijas en Las Heras hace menos de 3 meses y partió a Italia. Aquí, en su casa del barrio Cementista II dejó a su papá y su perrito, Skay. Su mamá falleció hace dos años y es hijo único.

Con la idea de emprender, a fines del 2020 cuando la pandemia comenzaba a dar un pequeño respiro, abrió su negocio. No le importó si no tenía todas las de ganar, ni lo acobardó pensar en si era el momento adecuado o no, la cosa era simple: había que trabajar. Así nació “Cappello Bianco”, en el barrio donde vivía, una vinería, cafetería y bar en el que recibía a vecinos y amigos, estos últimos- según dice- sus mejores clientes. “Luego de dos años, tomó la decisión de cerrar su negocio e iniciar los trámites para conseguir la ciudadanía italiana y viajar a la tierra de su abuelo.

En la última semana de enero de este 2023, decidí viajar solo, a la hermosa Italia, a Venecia, específicamente a la ciudad de Musile di Piave, la ciudad donde nació mi abuelo, llegué en la primera semana de abril, después de estar una semana de vacaciones en Barcelona. Actualmente, estoy tramitando mi ciudadanía italiana aquí porque se complicó hacerlo en Argentina, por los turnos”, comenzó a contar Mauricio.

“Tomé la decisión de mudarme y conseguir trabajo porque no me gusta cómo se maneja la política en nuestro país, el problema de la economía es cada vez peor y cuando trabajaba allá, siempre tenía que cambiar los precios de todo, una vez al mes y al final, cada 15 días. Hoy, aquí me pagan bien, siempre hay trabajo, sobre todo en época de verano”, sumó.

En Mendoza, se trabajaba todos los días: abrir el negocio, preparar el desayuno, en la siesta ir a hacer las compras y abrir nuevamente en la tarde. “Por las noches, preparaba tragos y servía cervezas para los clientes, mis amigos eran los mejores, venían todos los días. Ahora, trabajo en una hermosa pastelería-cafetería in Jesolò, se llama Calaluna”.

“Me levanto temprano y salgo a trabajar: tres días en la tarde y tres días cortado, (en la mañana y en la tarde) con un día descanso que lo uso para visitar otras ciudades vecinas, para conocer la zona, su historia y la diversidad cultural y a la gente que vive aquí”.

WhatsApp Image 2023-05-24 at 7.36.00 PM.jpeg
Mauricio, en Calaluna, trabajando de lo que sabe hacer y con un jefe

Mauricio, en Calaluna, trabajando de lo que sabe hacer y con un jefe "compinche".

Lo bueno de viajar y trabajar afuera, es que se valora realmente el trabajo que uno hace y se paga bien. Con un salario se puede vivir, aspirar a comprar un auto y se puede ahorrar dinero. Lo malo, es que uno está acostumbrado a la vida cotidiana de Mendoza, esos asados con amigos, los domingos en familia, los cumpleaños, mi perrito. Hay algo que es muy necesario entender antes de viajar y es que uno debe soltar todas las cosas que nos atan y empezar una nueva vida, adaptarse a una nueva cultura, en mi caso, también a un nuevo idioma y a otras leyes. Emigrar es cambiar radicalmente tu vida, siempre pensando que es para mejorar”, señaló.

Sobre si piensa en regresar a su país: sí, cuando tenga vacaciones. “Actualmente, tengo un contrato de trabajo como bartender y barista a tiempo indeterminado. Debo esperar y cuando me corresponda, volveré a mi amada Mendoza. Gracias a Dios, la región del Veneto en parte, se parece a nuestra provincia y, cada tanto, me cruzo a algún argentino y hablo un rato en español”, comentó sobre esos pequeños guiños que da la vida a quien emigra.

Hoy, Mauricio sólo tiene palabras de agradecimiento, sobre todo, para Bachisio Sanna, su jefe. “Es una excelente persona y me ha ayudado muchísimo con todo”, resaltó. También tiene un consejo valioso para quienes estén pensando en dar el paso que él dio hace poco.

“Hay que animarse a viajar, aprendan un nuevo idioma porque abre nuevas puertas y manden currículum a todas partes del mundo, porque gente que trabaja bien y que tiene ganas, se busca en todas partes. Aquí hay trabajo de sobra, lo que falta, es gente que se anime a viajar. Siempre me preguntan desde Mendoza cómo estoy, cómo la llevo. La verdad es que estoy bien, estoy contento, trabajando, con planes, conociendo lugares nuevos y personas cálidas dispuestas a ayudar, como mi jefe, sin ir más lejos. Además, trabajo de lo que sé hacer y eso es realmente muy valioso. Insisto: hay que animarse”, cerró.

LO QUE SE LEE AHORA
Reiterados accidentes en Alta Montaña: qué está pasando y recomendaciones

Las Más Leídas

Un joven falleció tras chocar y volcar su vehículo en Godoy Cruz
Mendoza refuerza la lucha antigranizo con aviones de alta tecnología.
Atención jubilados: el Gobierno volvió a cambiar el trámite para acceder a medicamentos gratis.
Accidente vial en Alta Montaña: hasta qué hora permanecerá cerrado el tránsito
Reclamo de Justicia: el dolor de la familia de Viviana Luna a 8 años de su desaparición.

Te Puede Interesar