Ni siquiera en feriado el gobierno descansó en su proceso de reformas del Estado. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, confirmó en la tarde del viernes que el presidente Javier Milei enviaría al Parlamento la Ley Hojarasca, un proyecto que busca eliminar unas 70 leyes obsoletas y que restringen libertades. Finalmente, este lunes entró el proyecto al Congreso.
Hay una vieja frase en la política que afirma que es peor un tecnócrata que cien burócratas. Debe ser de las definiciones que mejor le cabe a Sturzenegger, que con su tecnocracia ya chocó feo dos veces y va por la tercera.
El ministro comunicó a través de su cuenta en X que el proyecto de ley es parte de un esfuerzo por deshacerse de normativas que, en su mayoría, datan de la presidencia de María Estela Martínez de Perón. Un gráfico adjunto a su publicación muestra que, además, varias de estas leyes corresponden a las presidencias de facto de Alejandro Agustín Lanusse y Reynaldo Benito Bignone.
El presidente @JMilei ha enviado al Congreso el proyecto de Ley Hojarasca q busca eliminar unas 70 leyes inútiles, obsoletas, o q restringen nuestras libertades. Como anticipo este gráfico indica de q presidencias son las normas a derogar. Más detalles pronto. VLLC! pic.twitter.com/fL7sTVl05f
El ministro comparó esta iniciativa con la Ley Bases, ya que incluye un compendio de varios capítulos y artículos. "Se hizo un trabajo de revisión de todas las leyes y te encontrás con cada cosa que no podés creer. En la época de los militares, sacar una ley era fácil", explicó. Entre las normas a derogar, destacó una ley que regula el control de las palomas, mencionando que “para los militares era muy importante el manejo de las palomas porque eran mensajeras”.
El ministro no pierde oportunidad, en sus declaraciones públicas o en la red social, de mostrar que es un tecnócrata absolutamente alejado de la realidad y del saber. Cualquier ciudadano normal entiende que un ministro -como mínimo- debe conocer el funcionamiento del Estado y los procesos de las leyes. Sturzenegger no, a tal punto que llegó a proponer que el Congreso solo debería funcionar un par de meses al año para aprobar el presupuesto y alguna otra ley "importante".
Un camino sinuoso en el Congreso
El anuncio de la Ley Hojarasca y su envío al Congresomuestra una vez más la faceta de desconocimiento del ministro, su equipo y quien haya redactado el proyecto. Muy probablemente algún estudio privado cercano al funcionario de Fernando De la Rúa, Mauricio Macri y Javier Milei.
El panfleto del Ministerio difundido en las redes y el proyecto enviado al parlamento está lleno de leyes que ya fueron modificadas o quedaron anuladas por situaciones posteriores como la Reforma Constitucional de 1994.
Así, por ejemplo, el texto menciona una vieja ley de regulación de la música que se emite por radio que fue sepultada por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
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El Congreso sera protagonista de un debate estéril en torno a la Ley Hojarasca de Javier Milei
Otro ejemplo es la Ley 14.034 (el texto menciona que se penalizará al “argentino que por cualquier medio propiciare la aplicación de sanciones políticas o económicas contra el Estado argentino”).
Sturzenegger enfatiza que esa Ley “prohíbe la defensa de los derechos humanos de la sociedad argentina en los foros internacionales”. La realidad es que no hay que hacer nada, porque esa ley ya es totalmente nula desde hace 30 años, cuando el Estado Argentino le asignó jerarquía constitucional a tratados internacionales que permitieron habilitar la jurisdicción supranacional.
El ministro y sus asesores deberían saber que, según la Constitución Nacional, los tratados y concordatos “tienen jerarquía superior a las leyes”. Así pasa con la mayoría de las leyes que contiene el proyecto enviado.
Quizás, como son solo tecnócratas ignorantes del Estado, deben creer que cuando una ley reemplaza a otra la anterior se debe derogar o hacer otra ley para derogarla. Y no; solo queda fuera de circulación por la ley más nueva.
Los porqué de una Ley extraña
Las especulaciones sobre el envío de un proyecto de Ley que, seguramente, será vapuleado por los legisladores más experimentados acumula distintos análisis. Están quienes aseguran que es una nueva muestra del desconocimiento que tiene el gobierno de Javier Milei del funcionamiento del Estado, como los que ven en la maniobra una nueva cortina de humo destinada a que la agenda vaya por lados más amables, para consolidar a su grupo duro de votantes y seguidores.
En cualquiera de los casos, es seguro que una ley sin mayor trascendencia será la discusión de los próximos días.