La policía desbarató en Guaymallén un depósito clandestino de pintura, donde adulteraban esa sustancia y luego la vendían con etiquetas de marcas conocidas de ese rubro, en tanto que durante el procedimiento fueron incautados más de 10.000 litros.
La policía desbarató un depósito clandestino en Guaymallén donde adulteraban pintura y la vendían con etiquetas de marcas conocidas.
La policía desbarató en Guaymallén un depósito clandestino de pintura, donde adulteraban esa sustancia y luego la vendían con etiquetas de marcas conocidas de ese rubro, en tanto que durante el procedimiento fueron incautados más de 10.000 litros.
El procedimiento fue en el barrio Patrono Santiago de Guaymallén, tras una exitosa pesquisa de la división delitos comunes, dependiente de la Dirección General de Investigaciones de Mendoza.
La medida derivó también en la identificación de los moradores del lugar, quienes por ahora quedaron libres pero sujetos a la investigación.
Fuentes policiales dijeron que, meses atrás, la justicia recibió una denuncia sobre un inmueble donde “adulteraban pintura”. Esto generó que la división mencionada comenzara a realizar averiguaciones.
Fue así que los detectives confirmaron la veracidad de los hechos denunciados y detectaron que en calle Río Plomo al 5.600 de Guaymallén se realizaba este ardid, con una especie de depósito clandestino.
Con la autorización de la justicia, este miércoles los sabuesos irrumpieron en el lugar y secuestraron 10.808 litros de pintura en distintos baldes de 20, 10, 4 y 1 litro.
Además, incautaron 40 botellas con tiner, 2 cajas con calcomanías de marcas, entonadores, baldes vacíos y tapas, entre otros tantos objetos de relevancia para la causa.
Los efectivos detectaron al ingresar que el lugar no tenía habilitación municipal como comercio ni como depósito. En ese sentido, se determinó que los sospechosos adulteraban la pintura, la colocaban en baldes a los que les pegaban etiquetas de marcas conocidas y luego las vendían.
Los policías pudieron determinar que dichos baldes no eran los originales de cada una de las marcas encontradas en el lugar.
El caso quedó en manos de la fiscalía de delitos económicos, a cargo de Gabriela Cobos, quien ahora reúne pruebas para definir la calificación penal del hecho. Por el momento no hay detenidos.
Por decisión de la fiscalía interviniente, se procedió a la clausura del lugar y los moradores fueron identificados.