TRES MESES Y NO HAY DETENIDOS

La investigación por el crimen de Alexis González está estancada

Las pericias no aportaron datos importantes y los elementos claves de la escena del crimen no pueden ser analizados. “No se puede avanzar”, admiten los investigadores.

Por Pablo Segura
¿Qué hacer si la bala que mató a un joven de 19 años no puede ser peritada? ¿A qué pericia recurrir si en el auto donde se dirigía la víctima no se halló ninguna prueba importante? ¿Cómo analizar un estudio balístico que indica que ningún efectivo involucrado disparó cuando varios de ellos admiten haberlo hecho?

En base a esto, ¿cuánto de cierto habrá en la pericia que afirma que ninguno de los sujetos que iba en el auto le disparó a los uniformados? ¿Qué medida tomar, si ninguno de los sobrevivientes al hecho quiere declarar?

Alexis Gonzalez, la víctima. Estaba terminando la secundaria.
Todas son preguntas que se hace, día a día, el fiscal especial Santiago Garay. Por ahora, hay pocas respuestas. Y así el resultado es preocupante: la causa por el crimen de Alexis González está estancada, no tiene avances y está supeditada a un “giro inesperado” que, por ahora, está lejos de darse.

No se sabe quién lo mató y lo que es mucho peor: se desconoce por qué se originó el tiroteo ni quienes participaron de él.

Desde el 12 de abril, día en el que el joven de 19 años fue asesinado al recibir un disparo en la nuca durante una persecución en la que participó la policía, se han sumado cientos de pruebas al expediente. Pero estas poco ayudaron. Incluso, en más de una ocasión, aportaron más confusión.

La causa se tornó complicada desde las primeras horas. La bala que mató al joven no pudo ser peritada por estar “deformada”. Le faltaban algunas partes y por ende, los expertos en balística no pudieron sacar ninguna conclusión con ese proyectil.

Los informes del CEO pusieron en la escena a al menos 12 efectivos. Varios de ellos admitieron haber disparado contra el auto. Pero, insólitamente, todos los exámenes de dermotest - pericia para determinar si se ha gatillado un arma- dieron negativos.

Esos mismos efectivos declararon que desde el VW Vento fueron atacados a balazos. Pero las pericias a los ocupantes del rodado, también fueron negativas.

Para poner más confusión al caso, Científica afirmó que el rodado tenía impactos de bala de dos calibres. Entonces, se cree que algún tercero también se pudo haber ensañado contra el vehículo –la policía sólo usa calibre 9 milímetros-.

Y hay más. Ninguno de los dos ocupantes que sobrevivió al tiroteo quiere declarar ante la Justicia.

Bajo estas características ya pasaron tres meses desde el día del hecho y la causa no tiene sospechosos, ni mucho menos detenidos.

“No se puede avanzar. No hay pruebas para ver si al joven lo mató un arma policial porque no se puede determinar qué pistola se disparó”, explicó una alta fuente judicial.

Entonces, el avance de la causa está supeditada a la aparición de nuevos testigos o que los sobrevivientes quieren declarar. Difícil por cierto.

“Sería bueno saber en qué momento de la persecución fue baleado el joven para achicar el abanico de posibilidades”, se esperanzó otro sabueso.

Una de las marchas que organizaron los amigos de la víctima para pedir "Justicia por el Banana", como le decían a Alexis.

La principal hipótesis es que al joven lo mató una bala policial. En tanto que también se cree que pudo haber sido un disparo de un “tercero” el que acabó con la vida de González. Esto, porque las personas que iban en el auto habían discutido con “sus enemigos” del barrio Alameda.

Así las cosas, sólo un punto parecer estar esclarecido: la víctima le pidió a dos “vecinos” que lo llevaran a la escuela y se vio envuelta en un hecho delictivo que incluyó una persecución con tiroteo.

Si lo mató la policía, si estos actuaron como corresponde o cometieron un exceso en la represión o si hubo un tercero involucrado que ahora goza de la impunidad, poco y nada se sabe.

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