MISTERIO

A un año del crimen de un "justiciero": no hay pruebas y el caso está estancado

Germán Corvalán fue asesinado en su casa de la Quinta Sección de Ciudad. La causa nunca tuvo sospechosos ni detenidos, pero la Justicia investiga a personas que no lo querían por las denuncias que hacía la víctima.

Por Pablo Segura
El crimen de Germán Corvalán es uno de los pocos que desde el día del hecho no ha tenido casi avances en la investigación judicial. El hombre fue asesinado de dos disparos en su casa de la Quinta Sección y a un año del ataque, la causa parece estar estancada.

Poco pudieron revelar los investigadores y así el hecho se transformó en uno de los más misteriosos de los últimos años. La víctima tenía 42 años, vivía solo en un departamento de calle Olascoaga al 700, casi esquina Arístides Villanueva, en la exclusiva zona de la Quinta.

Tenía un arsenal de armas y quienes lo conocían, no dudan en afirmar que era una persona que tenía varios “enemigos”. Eso, hoy, juega en contra de la pesquisa.

Los pesquisas, de acuerdo a cientos de declaraciones, pudieron confirmar que Corvalán era algo así como un “Justiciero”. Denunciaba robos, acusaba a cuidacoches de drogarse en la vía pública, tenía problemas con vecinos por cuestiones de convivencia y hasta pegaba carteles en la calle para “escrachar” a alguna persona.

“Si veía algo que no correspondía, lo decía. Ese era su perfil”, aseguran sus seres queridos.

Esa forma de ser, le jugó en contra. El caso no tiene sospechosos, pero a su vez, se investiga a varias personas. Descartado el robo y sin identificar a un autor particular, la Justicia tiene como hipótesis principal que a Corvalán lo asesinó alguien que conocía.

“Había tenido problemas con varias personas por denuncias que hacía. Creemos que por ahí pudo venir el móvil”, explican fuentes judiciales.

De esta forma, quedaron en el blanco de los pesquisas los cuidacoches de esa calle, quienes habían sido acusados por la víctima, de drogarse en la calle. Sin embargo, pocas pruebas hay en contra de ellos.

Lo cierto es que todas las pericias pedidas por la fiscal que investiga el caso, Claudia Ríos, sirvieron de poco. Las cámaras de seguridad no aportan nada. Declararon decenas de testigos, entre ellos, el guardia del Intendente de Capital Víctor Fayad –quien vive en frente-, pero poco colaboraron.

Así las cosas, la magistrada pidió semanas atrás ayuda a una fiscalía de Cámara. El objetivo fue que otro magistrado revisara el expediente y diera directivas al respecto. Todas esas órdenes fueron acatadas por Ríos, pero hasta el momento tampoco hubo avances.

El miércoles, el caso cumplirá un año. Un año que Corvalán recibió dos balazos que le quitaron la vida. Un año que la Justicia intentó por todos lados hallar a los culpables, pero que hasta el momento no encontró los caminos para hacerlo.

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