Así las cosas, tuvieron que ingresar y allí confirmaron lo peor: Jesús Ortega Riveros, un joven de 18 años que había ingresado al penal San Felipe hacía sólo 48 horas, estaba muerto.
Así las cosas, tuvieron que ingresar y allí confirmaron lo peor: Jesús Ortega Riveros, un joven de 18 años que había ingresado al penal San Felipe hacía sólo 48 horas, estaba muerto.
Yacía acostado, boca abajo y vestido. Sus dos compañeros de celda también dormían, por lo que, según denunciaron, no observaron nada.
El médico que lo atendió en primera instancia aseguró que el joven llevaba, al menos, tres horas de fallecido. Ahora es tarea de la Justicia determinar qué fue lo que ocurrió.
De esta forma, la Oficina Fiscal 2 de Ciudad inició un expediente de inmediato, calificado averiguación muerte. Mientras los investigadores comenzaron a tomar testimoniales a penitenciarios, médicos y otros presos del módulo, Policía Científica peritó el lugar.
En principio, no se hallaron signos de violencia ni en el cuerpo de la víctima, ni en la celda, descartando así que haya existido una pelea.
Un dato no menor que tienen los pesquisas, es que el joven, quien había ingresado el martes por la noche tras ser acusado de un robo en grado de tentativa, tuvo que ser asistido ayer porque estaba con vómitos.
A raíz de esto, la principal hipótesis es que Ortega haya fallecido por problemas de salud, según confió el propio Director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana.
Así las cosas, por orden del fiscal interviniente, el cadáver del interno fue llevado a la morgue judicial donde se le practicará la necropsia que confirmará las causas del deceso.