16 de noviembre de 2025
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Festejo

Independiente Rivadavia, una historia de cien años

La "Lepra" dio inicio a la celebración de su Centenario con un partido entre las viejas glorias del club ante las de Gimnasia y Esgrima. Ganó el "Azul" 1 a 0.

Por Sebastián Colucci

Independiente Rivadavia  y Gimnasia y Esgrima volvieron a verse las caras un día, pero éste no fue uno como los otros. ¿Quién diría que aquellos hombres del pasado, esos visionarios del balompié a comienzos del siglo pasado darían inicio a la historia de uno de los clubes más grandes de la provincia de Mendoza y de todo el Oeste Argentino?.

Se pergeñaron desde sus primeros pasos difíciles pruebas, que se fueron superando. Había que aprender del deporte y de a poco el reconocido Independiente comenzaría a coronar y a empacar en sus primeros sueños, las conquistas devenidas de esos anhelos transformados ahora sí en realidades.

Los años pasaron. El 20, los 30 y también los 40. “Los Azules del Parque” se paraban firme en la vieja “Catedral” y libraron batallas dentro del campo de juego. El corazón y la entrega fueron sus armas más letales, dejando de lado la exquisitez para su vecino, Gimnasia y Esgrima.

Vinieron los 60, los 70 y el 80. Las consagraciones derivaron salir de la provincia para medirse con los de afuera. Se hablaba de los grandes de otras provincias, pero los mendocinos teníamos a la “Lepra”, quien se puso el traje de protagonista ante los embates rivales y logró dejar al fútbol local bien arriba.

Vinieron los cambios en los torneos y hubo que empezar a remar. Los 90 calaron duro en el andamiaje del cuadro del Parque, sin embargo hay una realidad que no se cambia; es la del hincha “Azul” que siempre alienta, que ríe en las buenas, llora en las adversidades, pero sobre todo siempre está.

Son 100 años Independiente Rivadavia, detrás de vos siguen tus pasos los inolvidables Documento Ibáñez, el Cura Vergara, el Gato Garín, el Arbolito López, Claudio Del Bosco, el Turco García, Dante Pralong, entre otros tantos que le robaron una lágrima a los “Caudillos del Parque”.

Después para recordar, en lo que fue el baúl de los tiempos pasados, las viejas glorias de ambos clubes animaron un interesante cotejo, que dejó más de una jugada para aplaudir.

El bueno juego y los toques como los de antes se dividieron entre el Lobo y la Lepra, siendo este último el que mejor quedó parado merced a la conversión de Césareo Suárez.

Entre las filas Azules se encontraban Torres, Galimberti, Canedo, Magallanes, Minotto, Juncos, entre otros; mientras que por el lado de la visita estuvieron Signorelli, Riestra, Bontorno, Perico Ojeda,  Hugo Astudillo.

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