A pocos días de que comience el verano, hoy los mendocinos tendrán que soportar una jornada agobiante con altas temperaturas. Es que el termómetro llegará a los 37 grados y las ráfagas de viento Zonda se sentirán en la provincia.
A pocos días de que comience el verano, hoy los mendocinos tendrán que soportar una jornada agobiante con altas temperaturas. Es que el termómetro llegará a los 37 grados y las ráfagas de viento Zonda se sentirán en la provincia.
Según pronosticó el meteorólogo Fernando Jara, se observa la aproximación de un frente frío por el suroeste de la provincia, más una circulación de vaguada en altura y viento fuerte en altura. Estas variables hacen que podamos tener Zonda en precordillera y en el llano. La mínima esperada para este martes es de 21 grados.
Por la noche y en la madrugada del miércoles se esperan tormentas en la zona Este y en el sureste provincial con probabilidad de granizo.
Recién mañana habrá un respiro ya que se espera un descenso de la termperatura y el termómetro podría alcanzar una máxima de 27 grados y una mínima que rondará entre los 16 y 18 grados.
Recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación:
Tomar mucha agua durante todo el día.
Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras.
Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
Usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros.
No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
Usar cremas de protección solar, factor 15 o más.
Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
A los lactantes y niños pequeños:
Darle el pecho a los lactantes con más frecuencia.
Beber agua fresca y segura.
Trasladarlo a lugares frescos y ventilados.
Asimismo, si una persona siente mareos o se desvanece, se debe acostarla en un lugar fresco, bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces. Colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.
Si la temperatura corporal aumenta, se debe quitarle la ropa a la persona afectada, pasar una esponja mojada por la cara, y, en lo posible, dar un baño corporal con agua helada. También es útil utilizar paños fríos y bolsas de hielo en la cabeza.
Los ancianos y quienes trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, que debe ser tratado inmediatamente. En estos casos, la temperatura corporal se eleva por encima de los 40 grados, el pulso se vuelve fuerte y rápido, se producen cambios en el estado de conciencia (somnolencia), la sudoración cesa y la piel se observa seca, caliente y enrojecida.
Otros síntomas de alerta son el dolor de cabeza, la sensación de fatiga y la sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente y somnolencia y respiración alterada. Frente a ellos, es imprescindible concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.