Pocos anuncios y un pedido específico a la oposición: así fue el discurso de Suarez

En ese sentido, manifestó que la concreción de Portezuelo del Viento depende estrictamente de la decisión del presidente Alberto Fernández, por lo que ante un escenario de laudo desfavorable, anticipó que los 1.023 millones de dólares de su financiamiento "deben ser utilizados sólo para impulsar el desarrollo y el crecimiento de la provincia sin tomar riesgos". Es decir, deslizó la posibilidad de redestinarlos a otros proyectos productivos, tal como lo señalara en la carta que enviara tiempo atrás al Jefe del Estado nacional.

Sin mencionarla, Suarez volvió a lamentar el proceso fallido de modificación de la Ley 7.722 que se dio al inicio de su gestión, con el cual pretendía "dotar a Mendoza de las infraestructuras estratégicas necesarias para colocar al recurso hídrico como prioridad, a través de la incorporación de las soluciones tecnología". "No pudo ser. No obstante, espero que la conciencia de nuestra finitud y los fanatismos absurdos no nos impidan pensar, planificar y ejecutar las obras para beneficio de las generaciones venideras", manifestó al respecto.

En materia de anuncios, el gobernador mencionó la reconstrucción de la traza vial de la ruta 14 en Barrancas, Maipú, uno de los mayores reclamos del municipio conducido por el peronista Matías Stevanato. Aseguró que las labores estarán listas en 2023. También refirió al proyecto multimodal Cerro La Gloria y Ecoparque, que contempla la construcción de cinco nuevos edificios en la zona del Ex Zoo.

En cuanto a servicios públicos, anticipó que este año serán licitadas las dos etapas de extensión del Metrotranvía -hacia el Aeropuerto y Luján de Cuyo-, sumando 20 nuevos kilómetros de traza. Asimismo, la provincia adquirirá 20 colectivos propulsados a GNC, que demandará una inversión de 400 millones de pesos.

En relación a la educación, anunció la organización del primer congreso internacional de alfabetización, lectura y escritura; y una ampliación de los recursos materiales para las aulas. Nada dijo sobre un reimpulso de la nueva ley de educación de Mendoza, aquella que quedó trunca a fines de 2020 y que se esperaba un relanzamiento en el corriente.

Sobre seguridad, informó que trabajará en la expansión del sistema de videovigilancia en todos los municipios, así como el avance en "estrategias distintas de abordaje" de los ciberdelitos y un fomento de "penas más duras y soluciones más profundas en cuanto a la imputabilidad", aunque sin entrar en detalle.

Quizás el momento más profundo de su discurso, fue cuando llamó a la oposición legislativa a "permitir la apertura del debate de cara a la sociedad" respecto a la reforma constitucional que enviara hace casi dos años atrás al parlamento, pero que no fuera acompañada por el resto de las fuerzas.

"Vengo a proponerles salir de la burbuja que producen los encantos dogmáticos, que sólo vienen sirviendo para poner palos en la rueda a la hora de avanzar sobre las reformas de fondo que necesitan mayorías especiales y que, por su importancia, trascienden el alcance de una sola fuerza política", sostuvo el gobernador.

En el cierre se refirió a la guerra en Ucrania y a la situación crítica que atraviesa el país. Convocó a "darle más fuerza a la esperanza porque sólo así podrá hacerse que lo que venga sea mejor que lo que tenemos".

"Si bien es mucho lo que queda por hacer, es mucho lo que ya hemos hecho, de manera que pueden tener la certeza de que Mendoza viene transitando un camino bien orientado para construir un nuevo Estado, austero, previsible, más eficaz y bien administrado, que sea prestador de servicios de calidad para que le sirva a las mendocinas y a los mendocinos", sentenció.

Un discurso escueto, con predominancia de menciones al pasado y poco espacio para el programa específico para los próximos dos años de gestión que le restan de Gobierno.