Un vivero con plantas de cannabis en una despensa y ladrillos con marihuana compactada fue el escenario con el que se encontraron este jueves los efectivos de Lucha contra el Narcotráficotras un procedimiento que realizaron en Las Heras. Allí estaba una chica y su novio. Justamente este muchacho era el buscado porque era el "Palomero", es decir, el sospechoso de tirar droga hacia dentro del penal de Boulogne Sur Mer de Ciudad a través de esa técnica. Cómo lo hacía, a quiénes contrataba, cuánto les pagaba, cómo se contactaba con los internos y a cuánto cobraba los cogollos.
Jesús M., así identificaron al individuo de 23 años que este jueves fue capturado en su casa de calle Marcos Burgos, casi José Hernández, de Las Heras. La investigación se había iniciado hacía unos seis meses cuando los efectivos de Narcocriminalidad recibieron información sobre el ingreso de estupefacientes al penal de calle Boulogne Sur Mer de Ciudad.
Tras varias tareas de seguimiento, identificación y cruzamiento de información, lograron identificar al sujeto que estaba atrás de la maniobra del "Palomeo", la cual se trata de ingresar droga (u otro elemento) al penal desde el exterior. Es decir, cuando alguien tira un pequeño bulto y traspasa por arriba las paredes del complejo penitenciario.
También del invernadero confiscaron dos lámparas (para darle calor y luz a las plantas), fertilizantes, sustrato, tierra preparada y un medidor de PH y temperatura, todos elementos para el cultivo.
También confiscaron siete celulares que quedaron a disposición del Juzgado Federal N°3 a cargo del juez Marcelo Garnica.
Según la investigación que desarrollaron, supieron que este muchacho, le pagaba a gente de su confianza para hacer el "palomeo". Les ofrecía hasta 3.000 pesos por cada vez que arrojaban los envoltorios con la picadura de marihuana.
Y esta maniobra la repetían unas tres o cuatro veces por semana, en momentos donde había poca gente en la zona. Generalmente lo hacían en horas de la siesta o por la noche sobre la calle Planta Mura, una de las arterias que rodea la cárcel provincial.
El "Palomero", como apodaron al detenido, era contactado por los internos y le encargaban el paquete con la droga. Luego de coordinar el pago y un horario en el cual el "recluta" iba a tirar el paquete por sobre la pared, llevaban adelante la maniobra.
El detenido utilizaba su vehículo para pasar a buscar al encargado de hacer el "Palomeo" y le indicaba las coordenadas y el lugar por donde debía tirar la marihuana. Era una sola chance, debía ser preciso porque, o se perdía el envoltorio o caía en manos equivocadas.
Una vez adentro del patio, la droga era llevada a la persona que la pagaba o directamente acordaban para que la agarrara el comprador.
Mientras esto sucedía, el "El Palomero", esperaba en el vehículo en otro lugar y luego volvía a buscar a su cómplice una vez que terminaba con el encargo.
Según establecieron, los 100 gramos de cogollos (serían unos diez frascos de mermelada pequeño) los cobraba unos 65.000 pesos en efectivo.
Ahora, el sospechoso quedó detenido en la U32 y seguirá en esa condición mientras dure la investigación y se analicen los celulares confiscados.