Este 4 de septiembre se cumplen 9 años de la desaparición de Johana Chacón, la joven lavallina de la cual hasta hoy no hay rastros, aunque según la justicia fue asesinada.
Este 4 de septiembre se cumplen 9 años de la desaparición de Johana Chacón, la joven lavallina de la cual hasta hoy no hay rastros, aunque según la justicia fue asesinada.
En un nuevo aniversario de que Johana falta de nuestra sociedad, sus compañeros de escuela Escuela 4-024 Bellas Artes, con docentes y estudiantes, realizaron un nuevo video en homenaje a la joven que al momento de su desaparición tenía 13 años.
Este aniversario se da mientras la sociedad mendocina sigue exigiendo justicia por otros casos tremendos, que tienen como víctimas a jóvenes mendocinas, como Florencia Romano, Lucía Fernández (también de Lavalle) y el reclamo por la aparición de Abigail Carniel, entre muchos otros.
El caso de Johana caló hondo en toda la sociedad mendocina. Y por eso, bajo la Ley 8.723 este día se denomina "Día Provincial de la Construcción Colectiva de Conciencia Ciudadana", justamente para no olvidar que en 2012 una nena de 13 años, que volvía de la escuela a su casa, desapareció y nunca más se encontró.
Incluso, durante unos 6 años no se conoció qué había sucedido con ella y si bien no se encuentra su cuerpo, sí se comprobó que fue Mariano Luque quien la asesinó y está cumpliendo condena por ese crimen y por el de Soledad Olivera.
El caso de Johana provocó consternación en toda la provincia y múltiples reclamos y movilizaciones por parte de la comunidad educativa de Tres de Mayo, encabezados por la maestra Silvia Minoli, directora de la escuela a la que asistía la adolescente.
Johana fue vista con vida por última vez el 4 de septiembre de 2012 frente a su vivienda de la Finca Curallanca, en Tres de Mayo, una zona rural situada en Lavalle, a unos 25 kilómetros al norte de la capital mendocina.
Vivía en la finca que era cuidada por la familia Curallanca, quienes se hicieron responsables de la menor.
La adolescente vivía con su hermana, Beatriz Chacón, quien luego de varias contradicciones durante la investigación de la desaparición, decidió confesar y aseguró que Luque, quien también vivía en el predio, la había matado estrangulándola y que luego la había prendido fuego en un tacho de 200 litros.