La justicia condenó a un joven a la pena de 11 años de cárcel por darle una paliza a su novia, luego de esta decidiera terminar la relación, la cual estaba marcada por violencia de género, a tal punto que el acusado le prohibía a la joven maquillarse y usar Whatsapp.
El acusado, Brian Facundo Ludueña (19), fue sentenciado por una tentativa de "homicidio agravado por el vínculo, en contexto de violencia de género y por violación de medidas sanitarias", debido a que el hecho ocurrió el 19 de abril del 2020, en plena cuarentena por coronavirus.
La violencia ejercida por el ahora condenado provocó que la víctima, menor de edad, debiera rehabilitarse para poder volver a hablar, comer y caminar, esto porque los golpes en la cabeza le dejaron secuelas.
De acuerdo a lo expuesto en la audiencia de debate, la víctima mantenía una relación con el sospechoso la cual estaba caracterizada por la violencia de género.
El hombre le controlaba las redes sociales a la joven, le prohibía reunirse con determinadas personas, decidía qué prendas de vestir iba a usar y hasta no la dejaba usar maquillaje.
La víctima declaró en la causa y agregó que no podía usar ropa "ajustada" y que el ahora condenado le pedía que no utilizara Whatsapp.
Por esto, la chica, de quien se reserva su identidad por ser víctima de violencia de género, decidió finalizar la relación.
A partir de ese momento, Ludueña comenzó a amenazarla con suicidarse si no volvía con él. En ese contexto, el 19 de abril del 2020 le pidió reunirse con ella, y a la joven accedió.
Lo hicieron en el barrio Francisco de Perdriel, en Luján de Cuyo, donde el hombre insistió una y otra vez para que lo "perdonara". Pero como la menor no aceptó, este comenzó a agredirla físicamente.
Primero la tiró al piso y luego, con una piedra, la golpeó varias veces en la cabeza. La chica sufrió una fractura de cráneo y quedó internada, en grave estado. En ese sentido, las fuentes consultadas dijeron que salvó su vida de milagro.
Los peritos afirmaron que las lesiones le dejaron secuelas. Tras recuperarse de las lesiones, la menor debió hacer rehabilitación para poder volver a caminar por sí sola, e incluso para comer y hablar sin dificultad.
Por su parte, Ludueña fue detenido el mismo día del hecho y desde ese entonces está preso. Con múltiples pruebas en su contra, este año decidió acceder a un juicio abreviado, que es cuando el imputado admite ser culpable y entre las partes se pacta una pena.
Así, este jueves se realizó la audiencia en tribunales, donde el juez Luis Correa Llano condenó al sospechoso a la pena de 11 años de cárcel efectiva.