Su inicio estaba programado para el lunes 16 de marzo del 2020. Sin embargo, días antes, se comunicó su suspensión. ¿El motivo? Las primeras informaciones y declaraciones del Gobierno Nacional sobre la circulación del coronavirus en Argentina. Casi un año después, el censo del fluidez lectora vuelve a tomar fuerza dentro de la agenda de la Dirección General de Escuelas (DGE) que planea realizarlo durante la segunda quincena de marzo de este año.
"Como desafío, el censo de fluidez lectora nos quedó trunco por la pandemia. Más allá de que el año pasado era importante, en este es trascendental. De hecho, en el Consejo Federal se habla de esta herramienta como uno de los distintos mecanismos que hay para saber adónde estamos parados a la vuelta de esta pandemia.", explicó José Thomas, titular de la DGE.
El funcionario señaló que comenzará en la segunda quincena de marzo con la presencialidad que exista. "Este censo no va a ser como el año pasado en el sentido de que por la pandemia, las condiciones no son las mismas. Hemos decidido relajarlo un poco en cuanto al tiempo para llevarlo adelante pero sin dudas lo haremos porque ahora se complementa lo que nosotros ya queríamos saber a través de ese censo con lo que ha ocurrido en la pandemia. Todo se suma para tener un buen diagnóstico sobre el tema".
El objetivo entonces es conocer en qué situación se encuentran los/as estudiantes "para saber dónde tenemos que ayudar más", expuso Thomas. Y agregó: "A mitad de año, y dependiendo de cómo se comporte la curva epidemiológica, queremos hacer otro censo en septiembre, uno para hilar más fino. De todas maneras, nuestra idea principal es hacer un testeo cada 6 meses".
"Hay muchas investigaciones que indican que la fluidez lectora es una condición necesaria para la comprensión lectora y que existe una cantidad de palabras que deberían ser leídas en una determinada cantidad de tiempo en los primeros años de la primaria. Ahora bien, que puedan hacerlo no significa que comprendan lo que leen pero es una condición necesaria", indicó el titular de la DGE.
Luego, sumó qué se hace con los resultados del censo: "A los alumnos/as que tengan dificultades con la fluidez lectora, se les puede acompañar con un apoyo a la trayectoria de tres meses en- por ejemplo- contra turno, con la jornada extendida y así ayudarlo/a. Sería una locura no hacerlo porque si ese estudiante no aprende no podrá resolver, por ejemplo, problemas matemáticos o comprender la teoría de cualquier otra materia. Creemos que es importante y por eso, lo haremos".
Detalles sobre el censo
Por su parte, Silvina del Pópolo, a cargo de la Dirección de Planificación de la Calidad Educativa, explicó que, en realidad, la "fluidez lectora" no salió nunca de la agenda de la DGE porque fue parte de los aprendizajes prioritarios.
"Lo que queremos es que este censo- que no tendrá las mismas características porque no será la misma cantidad de chicos/as en las escuelas ni los mismos tiempos- es focalizar para que sea un elemento más de diagnóstico para la promoción acompañada. Esto es porque algunos/as tendrán que trabajar con aprendizajes de un año y del otro y se necesitan precisiones. El censo será justamente una herramienta de apoyo a ese diagnóstico", señaló Del Pópolo.
Por supuesto que la pandemia modificó el escenario inicial y si bien el censo se va a realizar en todas las escuelas de Mendoza tanto de gestión pública como privada, las divisiones a censar ya no son las mismas que serían en un comienzo, sino que son menos.
"El año pasado, la idea era censar a estudiantes desde segundo grado de la primaria hasta el último año de la secundaria (5to en las orientadas, 6to en las técnicas). Ahora, por la pandemia, el censo se realizará en 4to y 7mo grado de nivel primario y en el primer año de la secundaria, tuvimos que reducir la población", explicó la funcionaria.
La idea es poder alcanzar a todos/as los alumnos de estas divisiones que son, aproximadamente, 90 mil en toda la provincia. Sin embargo, todo está supeditado a la presencialidad que cada escuela ejecute de acuerdo con el plan diagramado por cada director/a.
"Tenemos la intención de concluir con el censo en un mes aproximadamente pero no puedo precisarlo porque no sólo depende de la presencialidad sino también de la cantidad de docentes disponibles para llevarlos adelante", indicó. Y cuanto a la metodología, dijo: "les damos un texto apropiado para cada curso, se los escucha leer en voz alta durante un minuto y se toma nota sobre la cantidad de palabras leídas y la figura tonal porque no es solamente velocidad. Además, en una muestra de la totalidad de la población también incorporamos preguntas sobre comprensión sobre el texto. Todos los resultados son cargados luego al sistema GEM para ser una herramienta a disposición de los/as docentes que lo necesiten", cerró Del Pópolo.