Luz: con la pandemia 3 de cada 10 usuarios mendocinos refinanciaron sus facturas
Se sabe: el aislamiento obligatorio provocó caída de ingresos y problemas para afrontar compromisos. Así lo refleja el hecho de que más de 110 mil usuarios residenciales de energía eléctrica en Mendoza recurrieron a refinanciar sus facturas impagas, parte de una tendencia a la que se suman también buena parte de las pymes en la provincia.
Los clientes hogareños son beneficiarios de tarifa social, electrodependientes y asalariados o monotributistas que perciben menos de 2 SMVM (sueldo mínimo vital y móvil). Según datos de Edemsa, representan entre 25% y 30% del universo que atiende la principal distribuidora de la región, ante la cual hicieron el trámite dado que, por resolución 45 del Epre (Ente Provincial Regulador Eléctrico), los prestadores "no podrán cortar el suministro y deberán otorgar planes de financiación por hasta 180 días".
Ante la consulta de Sitio Andino, desde el Epre confirmaron que no hay, hasta el momento, denuncias por rechazos a las solicitudes de los usuarios particulares alcanzados por la resolución. La excepción puede ser, en el caso de los grandes consumos (empresas en general), no reunir requisitos básicos, como una caída efectiva de la facturación respecto de 2019 o falta de presentación de balances o libros contables.
Qué pasa con las pymes
En la categoría Grandes Usuarios, 350 pymes mendocinas ya gestionaron la refinanciación en hasta 6 cuotas mensuales. Pero el ritmo se intensificó durante la primera semana de junio: Edemsa registró y aprobó solicitudes a un ritmo de 20 por día en promedio.
Edemsa cuenta con 441.671 clientes, de los que 98% corresponden a pequeñas demandas y el restante 2% a grandes clientes (fábricas, industrias, grandes consumidores).
¿Y los que no calificaron? Desde Edemsa remarcaron que "tienen la posibilidad de acceder a un plan de pago hasta en 6 cuotas, con la tasa de interés que aplica Banco Nación más un punto. Hasta el momento, son alrededor de 500 las que están en esa condición".
La morosidad de las distribuidoras
Atrás quedaron los pedidos de actualización tarifaria por inflación. La pandemia también le cambió los planes de las distribuidoras que esperaban a esta altura del año haber empezado a discutir ese tema: por el contrario, la crisis silenció sus pretensiones al tiempo que, por los altibajos de consumo y cobrabilidad de facturas a los usuarios, creció hasta 2 meses la morosidad con Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) por compra de energía.
"Nunca dejó de estar subsidiada la energía y ahora volvió a ser barata. Sin embargo, la recaudación se cayó y las empresas, que tienen costos "hundidos" entre personal y contratistas, se defienden como pueden tomando deudas con Cammesa. Hasta fines de marzo estabamos al día; ahora la brecha se está agrandando, y obliga a negociar la forma de pago, incluso entregando valores a fecha de los mismos usuarios",
reseña Raúl Stasi, gerente general de Edestesa, que compra energía por alrededor de $150 millones mensuales.
En promedio, los concesionarios, que pagan unos u$d 45 por megavatio promedio (un 60% del costo) apuntan que la recaudación se cayó a la mitad. Por eso, la mayoría recurre a instancias de Cammesa a adaptar el ritmo de pagos por compra de energía; como con el resto de las 50 distribuidoras en todo el país, la administradora tiene un ojo en lo adeudado y otro en llevar al día las facturas regulares.
Pocas cancelaron su factura de mayo al 100%, otras hacen pagos parciales a cuenta de los últimos 3 meses, incluso a costa de mantener en "stand by" sus deudas atrasadas como es el caso de Edemsa que luego de pagar su factura corriente se suma a los pagos por "goteo" para achicar la cuenta de marzo y abril . Por su parte, en aras de mantener cierta fluidez de fondos, la administradora mayorista dejó de lado la fecha de vencimiento (entre el 8 y 10 del mes): sólo les cobra interés (sin punitorios) y prioriza que los débitos en cuenta corriente no se corten.