La multitudinaria marcha de docentes que llegó a la Casa de gobierno exigiendo mejoras en las ofertas de aumento salarial del Ejecutivo provocó que se debieran extremar los controles de seguridad en la sede del poder central.
La multitudinaria marcha de docentes que llegó a la Casa de gobierno exigiendo mejoras en las ofertas de aumento salarial del Ejecutivo provocó que se debieran extremar los controles de seguridad en la sede del poder central.
Es que los cánticos de los docentes pidiendo por la presencia del gobernador y la intención de algunos manifestantes de ingresar a buscarlo personalmente obligó a que en las puertas principales y laterales se apostaran uniformados, los cuales no permitían el ingreso.
Además en el cuarto piso, lugar donde se ubica el despacho de Francisco Pérez, miembros de la guardia de infantería realizaron un cordón y no dejaban acercarse a nadie más allá de las escaleras.
De esta forma, el Ejecutivo buscó evitar las tomas y sentadas que otrora se pudieron observar en Casa de Gobierno.