Una vez celebrada anoche la ceremonia religiosa de la Bendición de los Frutos en el Prado Gaucho del Parque General San Martín, se llevó a cabo el Baile de las Reinas.
Una vez celebrada anoche la ceremonia religiosa de la Bendición de los Frutos en el Prado Gaucho del Parque General San Martín, se llevó a cabo el Baile de las Reinas.
Actividad protocolar, dentro de los Actos Centrales de la Vendimia, que tenía 35 años de interrupción y que se retomó con el objetivo de rescatar los bailes de otras épocas donde las sobernas danzaban a la vista de su pueblo.
Lejos del glamour de diseñadores, vestidos de alta costura y entradas exclusivas, como se vio en la edición pasada con la Gala de las Reinas, que se realizó en el Museo Emiliano Guiñazú. Lo que se vivió anoche fue un encuentro "nacional y popular" (Nac & Pop). Bien propio del estilo que busca imprimirle el Gobernador Pérez a la Fiesta Máxima. Una vuelta a las tradiciones.
Al ritmo de un vals cuyano, el baile comenzó cerca de las 23. El puntapié inicial lo dio Pérez cuando sacó a bailar a la Reina Nacional, Gabriela Koltes y; el Vicegobernador, Carlos Ciurca, a la Virreina, Florencia Moralla.
Acto seguido, cada uno de los intendentes danzó con sus respectivas Reinas que lucieron por igual un vestido de paisana rojo con lunares blancos.
A partir de ese momento, la pista de baile se convirtió en un verdadero caos de fotógrafos y de gente que quería ver de cerca a las jóvenes y comentar por sus atributos. La de San Martín, ¡qué preciosa es!, La de Luján, ¡qué desabrida!, La de Godoy Cruz, es re linda, se escuchaba decir a las señoras que no querían perderse tamaño acontecimiento. Mientras, las barras con carteles le hacían el aguante a su candidata preferida.
Los más alegres durante del encuentro resultaron ser los jefes comunales, Alejandro Abraham (Guaymallén), Rubén Miranda (Las Heras) y Carlos López Puelles (Luján de Cuyo). Quienes se mostraron juntos y, entre risas y comentarios, se animaron también a sacar a bailar a las ex Reinas de mandato cumplido.
La Orquesta de Carlos Pozzobón, fue la que le puso ritmo a la noche con gatos, chacareras y paso dobles. Y una vez que las muchachas reales se retiraron del lugar, fue la gente la que copó la pista y el escenario para seguir bailando un poco más. Rememorando así, los tradicionales bailes de antaño que tenían lugar en los barrios y las escuelas.
Perlitas reales
La convivencia entre las 17 sobernas departamentales cumple una semana y ya trascienden algunos comentarios.
Uno de ellos se hizo sentir minutos antes de la Bendición de los Frutos sobre el atuendo que les tocó llevar a todas por igual: Parecemos una mucamita, le hubiesen puesto onda; se quejaron algunas. Mientras que otras dijeron yo me lo puse y listo. Por otro lado, ayer, durante el ensayo del acto religioso y del baile, algunas admitieron aburrirse como una ostra.
Es que son jornadas agitadas donde no les queda tiempo para nada y obviamente, algunas actividades las entretienen más que otras. Lo bueno es que hasta el momento todas reconocen llevarse bien. ¿Por qué siempre nos preguntan eso, qué, cómo se llevaban los otros grupos?, preguntó una de ellas con total ¿inocencia?.
Por otra parte, ante el interrogante de cómo las trata la nueva coordinadora de reinas, Mónica Rodríguez, varias contestaron re bien, es una genia.