El papa Francisco recibió hoy al presidente venezolano Nicolás Maduro en una reunión privada en El Vaticano, en una visita sorpresa del mandatario sudamericano en medio de la "preocupante situación" por la crisis política que enfrenta su país y para la que el Pontífice pidió un "diálogo constructivo" que permita "aliviar el sufrimiento de la gente".
El encuentro "se dio en el marco de la preocupante situación de crisis política, social y económica que el país está atravesando y que repercute pesadamente sobre la vida cotidiana de toda la población", confirmó El Vaticano en un comunicado posterior.
"De esta forma, el Papa, que tiene en el corazón el bien de todos los venezolanos, deseó continuar ofreciendo su contribución a favor de la institucionalidad del país y de cada paso que contribuya a resolver las cuestiones abiertas y crear mayor confianza entre las partes", agregó la Santa Sede.
El Pontífice invitó al mandatario, en esa línea, a "emprender con coraje el camino del diálogo sincero y constructivo, para aliviar el sufrimiento de la gente, de los pobres en primer lugar, y promover un clima de renovada cohesión social que permita mirar con esperanza al futuro de la nación".
La visita de Maduro al Vaticano se da en el marco de una crisis política en Venezuela para la que la Santa Sede ha reiterado su intención de mediar entre el gobierno y la oposición.
Luego de confirmar que la oposición había manifestado por escrito su voluntad de una mediación vaticana que favorezca el diálogo, hasta hoy no había habido un acercamiento formal de parte del oficialismo.
Incluso Francisco había recordado en julio pasado que en 2015 Maduro canceló una cita a pocas horas y que el mandatario jamás había respondido una carta del Pontífice de comienzos de este año.
Una de las opciones posibles era la participación de un enviado de la Santa Sede en la mesa de diálogo que integran el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, y los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá).
En la última pascua, en tanto, el propio Francisco había pedido que la bendición "se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos".