El ministro de Seguridad Carlos Aranda hizo una autocrítica al operativo policial que montaron en el estadio Malvinas Argentinas por la venta de entradas para el partido que disputarán el domingo Godoy Cruz y Boca.
El ministro de Seguridad Carlos Aranda hizo una autocrítica al operativo policial que montaron en el estadio Malvinas Argentinas por la venta de entradas para el partido que disputarán el domingo Godoy Cruz y Boca.
Aranda, quien llegó al Malvinas momentos después de que la situación se calmara, reflexionó y dijo que debimos prever muchas situaciones que no previmos, influenciado en la empresa para que abre más bocas de expendio de entradas.
Minutos antes de la llegada de Aranda, se produjeron importantes desmanes entre los hinchas deseosos de conseguir un ticket y la Policía que intentaba controlarlos por medio de gas pimienta y más efectivos.
Tendríamos que haber previsto la llegada de gente que venía con intenciones de descontrolar la cosa, sostuvo el ministro sin evitar hacer una autocrítica, porque en el operativo debíamos haber tenido en cuenta estas situaciones, por lo que nos hacemos responsables de lo que pasó.
En tanto, por parte de los responsables del Malvinas, pasadas las 10.30 abrieron una tercera boca de expendio de entradas populares, que se vio desbordada por la cantidad de gente.
Por su parte, desde primera hora, el jefe del operativo, comisario Daniel Massola, indicó que había alrededor de 1.500 personas a primera hora y se valló el lugar.
Para este número de hinchas, la Policía dispuso sólo 25 efectivos que fueron aumentando a medida que comenzaban los conflictos. Cerca del mediodía, la cantidad de uniformados llegó a 90.
El comisario intentó poner paños fríos a la situación y sostuvo que no hubo grandes disturbios, hubo corridas y las situaciones lógicas de personas que quieren llegar primero, pero se los logró encolumnar con la utilización de gas pimienta.
Según fuentes oficiales, 3 personas se desmayaron a causa del calor, un joven resultó herido, y para ninguno de los casos llegó la ambulancia solicitada al SEC.
Vine con mi hijo y mi papá, estábamos tranquilos hasta que la Policía comenzó a agredir y tirar gas pimienta. Todo esto es una falta de respeto y una desorganización. Me voy porque no puedo arriesgar que maten a mi familia, dijo Fabián de la mano de su hijo de 13 años, quienes se retiraron sin su entrada.