Tres meses demorarán las pericias del avión que cayó en Uruguay
Se presume que tuvo una falla repentina en una de las plantas propulsoras que produjo la muerte de 10 personas.
La Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación de Uruguay (Ciaia) reveló a la prensa de ese país que las pericias sobre las causas del accidente aéreo ocurrido el jueves en Laguna del Sauce demorarán "al menos tres meses". El organismo dependiente del Ministerio de Defensa de Uruguay informó que el motivo de la demora es que los aviones privados de pequeño porte no suelen llevar caja negra para registrar sus actividades. Su uso no es obligatorio ni Argentina ni en Uruguay.
Según consignó Tiempo Argentino, ayer por la mañana fue removido el fuselaje del avión Beechcrafts del humedal en el que precipitó. Más tarde, fue conducido al Aeropuerto de Carrasco para ser sometido a una pericia más rigurosa de la que participarán técnicos de la Administración Nacional de Aeronáutica Civil (ANAC) de Argentina junto a expertos uruguayos.
"Presumiblemente tuvo una falla de una de las plantas propulsoras y estaba a muy baja altura", estimó ayer el jefe de la Aviación Naval Uruguaya, capitán Gonzalo Ciganda, en declaraciones al sitio web del diario El País, de Uruguay.
También hay sospechas sobre las condiciones del aparato. En una entrevista con El Observador TV, el experto en aviación comercial Franco Rinaldi advirtió que varios pilotos que condujeron la misma nave reconocieron que tenía "severos problemas de mantenimiento". El mismo avión había protagonizado un accidente en 2013, cuando tuvo que aterrizar de emergencia con el tren caído. Esa vez sufrió "daños de importancia".
En cuanto a las variables humanas, la Fuerza Aérea Uruguaya emitió un comunicado en el que señala que "tanto la aeronave como la tripulación contaban con todos los permisos de aeronavegabilidad y los pilotos con las licencias debidamente habilitadas".
El combo de causales lo cerraría la cantidad de nafta que llevaba la nave, lo que expandió la combustión. El avión dio contra el fondo de la Laguna del Sauce, donde había un metro y medio de agua, casi frente al aeropuerto de Punta del Este. De acuerdo a lo informado por fuentes de los bomberos uruguayos, los cuerpos de los pilotos estaban dentro de la cabina y sumergidos, mientras que los pasajeros tenían quemaduras de la cintura para arriba y algunas zonas del cuerpo calcinadas. A partir de eso, estimaron que los conductores murieron ahogados, y los demás, por asfixia y quemaduras.
Un detalle de consideración es que el cuerpo del piloto Luis Gustavo Pivida fue hallado con las manos aferradas a los mandos, lo que incrementa la hipótesis que hubo una falla en las turbinas.