"Obamacare"

La reforma sanitaria de Obama va a la Justicia

El Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos tratará sobre la legalidad de la ley.

Por Sección Internacionales

Las miradas se dirigen al Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos, que el próximo miércoles tratará la legalidad de un detalle de la ley conocida como 'Obamacare' y decidirá el futuro de la reforma del sistema de salud que Barack Obama dejar como herencia.

El dilema no es irrelevante: en este debate eminentemente político, la más alta instancia judicial del país puede derribar uno de los pilares de la ley, lo que conduciría inevitablemente al derrumbe de toda la reforma, que es el objetivo de la oposición republicana tanto en el Congreso como en el ámbito judicial.

No hay dos sin tres. "No piensen que será el fin de la trilogía, aún habrá más demandas contra el 'Obamacare' ante el Tribunal Supremo durante décadas", prevé el profesor de derecho Jonathan Adler.

En junio de 2012, el presidente del máximo tribunal estadounidense, el conservador John Roberts, salvó la ley 'in extremis', al sumar su voto al de los cuatro jueces progresistas, que sostuvieron que el tribunal no debía inmiscuirse en querellas políticas.

En junio de 2014, los enemigos de la reforma sanitaria ganaron una batalla cuando el el Tribunal Supremo estimó que nada obligaba a un empresario a pagar medios anticonceptivos a sus empleadas si eso se oponía a sus convicciones religiosas.

Esta vez, al igual que en 2012, los nueve magistrados tienen en sus manos la suerte de la ley, que ha beneficiado ya a más de diez millones de estadounidenses. La cuestión es si los millones de ese beneficiarios que suscribieron un seguro de salud a través del portal de internet del gobierno tienen o no derecho a exoneraciones fiscales.

Los miembros del tribunal "analizan un detalle menor de interpretación de la ley, y no sobre la constitucionalidad de todo el texto", explica la abogada constitucionalista Elisabeth Wydra. Pero ese punto podría "dañar la ley a tal punto que desembocaría en el mismo resultado, que la ley quedaría invalidada", observa la abogada.

"Espiral de la muerte" 

Aprobada en 2010, la reforma por la que tanto luchó el presidente demócrata reposa en tres pilares:

- La obligación de las aseguradoras de dar una cobertura de salud "al alcance" de todos los estadounidenses, ya sea que estén enfermos o sanos.

- La obligación de cada persona de asegurarse, bajo pena de multa, para permitir una redistribución en favor de los pobres y los enfermos: este principio fue ratificado por el Tribunal Supremo hace tres años.

- Ayuda fiscal para permitir que las personas con ingresos más bajos pueden tener un seguro de enfermedad: es esta disposición la que ahora impugnan los opositores a la reforma de Obama.

Desde la entrada en vigor de la ley, en enero de 2014, los estadounidenses pueden suscribir un seguro de salud en su estado o, si su estado se niega a suministrárselo directamente, ante el ministerio de Salud, que puso a su disposición el portal de internet healthcare.gov.

Sin embargo, de los 50 estados de la Unión, 34 -la mayoría con gobernadores republicanos- se negaron a dotarse de "bolsas de intercambio", un sistema que habilita la competencia entre compañías y los contratos de seguros.

'Obamacare' propone ayudas fiscales a los estadounidenses que suscribieron seguros de salud en esas bolsas "establecidas por los estados". El futuro de la ley reside en esas cuatro palabras.

Si el Tribunal Supremo decide interpretarlas en un sentido restrictivo, la ley ingresará inevitablemente en una "espiral de la muerte", argumenta el Consejo de Ciudadanos por la Libertad de la Salud. "Los días de la 'Obamacare' están contados", estima esta asociación, favorable a la derogación de la ley. "Una victoria de los demandantes significará que toda la infraestructura se viene abajo. Sin ayudas, millones de personas no podrán asumir los pagos y simplemente eligirán no adherirse al sistema".

Frente a los demandantes -David King, un veterano de Vietnam y otros tres habitantes de Virginia-, el gobierno de Obama defenderá el miércoles "la única lectura posible del texto", según él.

Al aprobar la ley, "el Congreso tuvo, sin ningún tipo de ambigüedad, la intención de otorgar una ayuda fiscal en cada estado", explica la secretaria de Salud, Sylvia Burwell. Hacer una lectura restrictiva del texto tendría, según ella, "consecuencias desastrosas" por la cobertura de salud de los estadounidenses. Y desembocaría, según el experto Steven Schwinn, en un "desmantelamiento" de todo el sistema. Fuente: AFP

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