La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) hace un repaso de sus diez años de vida. En primera persona, la entidad surgida a partir de la sanción por ley del Plan Estratégico Vitivinícola 2020 hace un repaso de sus logros, avances y desafíos.
La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) hace un repaso de sus diez años de vida. En primera persona, la entidad surgida a partir de la sanción por ley del Plan Estratégico Vitivinícola 2020 hace un repaso de sus logros, avances y desafíos.
A continuación los hitos más importantes de lo ocurrido en estos diez años:
-En 2004 teníamos 210 mil hectáreas implantadas veníamos de perder alrededor de 100.000 has e incluíamos a 97.000 personas a través de puestos de trabajo directos. Hoy, a pesar de la tremenda crisis que pesa sobre nuestra actividad, tenemos 224 mil hectáreas implantadas pero con 116 mil puestos de trabajo directos.
-En 2004 exportábamos 370 millones de dólares en vino, mosto, uva de mesa y pasa de uva. Hoy hemos superado los 1.100 millones de dólares en exportación y hemos detenido la caída del consumo interno, lo que nos posiciona entre los diez principales países consumidores de vino del mundo.
-En 2004 prácticamente no estábamos presentes en las ferias y degustaciones internacionales más importantes del mundo. Hoy participamos y organizamos más de 150 acciones de promoción por año; celebramos del Día del Malbec en 50 países; y tenemos una promoción planificada, priorizando los países de destino que más importan a nuestro país.
-El nivel de consumo interno argentino nos convierte en un mercado deseable para cualquier vitivinicultura. Nosotros nos ocupamos sostenidamente de contribuir a mantenerlo, son 1.000 millones de litros de vino los que vendemos aquí.
-Hemos invertido, en la promoción interna y externa, 50 millones de dólares en estos diez años, mientras Francia invirtió 375 millones de euros, sólo en 2013; o España, que invirtió 472 millones de euros en el mismo año.
-Somos 1.130 establecimientos vitivinícolas, para hacerle frente a cuatro grandes empresas de nuestra principal bebida sustituta en el mercado interno como es la cerveza. Tenemos que enfrentar la potencia publicitaria de una marca monopólica que maneja el 80% de mercado, con alto poder de negociación y que significa al país 36.000 puestos de trabajo, cuando la vitivinicultura genera 116.000 puestos de trabajo directos.