Crisis por caída del consumo

Estos son los males que "asfixian" al sector gastronómico y hotelero de Mendoza

"Pareciera no advertirse que la aguda disminución de la demanda y pérdida de rentabilidad en modo alguno constituyen un problema corporativo", afirman desde la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Afines de Mendoza. Aquí, las claves de la difícil situación y los riesgos.

Por Federico Manrique

Atrás quedó el ciclo expansivo en el que la devaluación primero atrajo al turismo extranjero a Mendoza y luego el boom de consumo hizo que más argentinos viajaran por el país. Un ciclo virtuoso que atrajo inversiones, hizo crecer la oferta gastronómica y hotelera y elevó como en muy pocos otros sectores la generación de empleo en la provincia. Con la caída del consumo en todos sus niveles, el sector comenzó a sufrir en carne propia la difícil coyuntura al punto tal que promueven la declaración de emergencia para lograr los instrumentos que le permitan sostener los puestos de trabajo.

“Pareciera no advertirse que la aguda disminución de la demanda y pérdida de rentabilidad, en modo alguno constituyen un problema corporativo, cuando el aumento de los mismos incrementara el cierre de establecimientos y potencia la destrucción del empleo”, advierte un comunicado dado a conocer por la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Afines de Mendoza (AEHGA), la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), la Asociación Hoteles, Restaurantes, Cafés, Confiterías y Afines, Ciudad Buenos Aires (AHRCC) y la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA).

 “Este año ha sido más flojo que el anterior y entendemos que en estas vacaciones de invierno ha tenido mucho que ver el efecto Mundial (Brasil 2014). Los argentinos que pudieron se gastaron la plata para ir a ver a la Selección, pero esperamos trabajar mucho en la promoción para que en el segundo semestre se pueda recuperar este período que no ha sido tan bueno”, explica Fernando Barbera, presidente de la AEHGA.

Sobre el cuadro de situación, Barbera explicó que “la hotelería y gastronomía es una actividad que se caracteriza por tener altos costos fijos y es mano de obra intensiva, por lo que una variación negativa en las ventas se come la rentabilidad. Y cuando cae la rentabilidad, lo que se pone en riesgo son las fuentes de trabajo”.

En lo que va del año, advierten desde AEHGA, hay una caída del 15% en las ventas del sector gastronómico y en hotelería la baja acumulada es de un poco más.

En este contexto recesivo, estos son los males que el sector hotelero y gastronómico de Mendoza enfrentan, denuncian y aun carecen de respuestas:

•Una estructura impositiva que asfixia y no se adecua a la condición de servicio transable del sector por la fuerte incidencia de los impuestos a las ventas que no son reembolsables (Ingresos Brutos e Impuesto al Valor Agregado). Todo esto agravado por la tendencia de diversas provincias y municipios del país a instalar nuevos impuestos y regímenes de retención que impactan sobre la estructura de costos de las empresas del sector.

•La expansión de una oferta de servicios de alojamiento informal en acelerado crecimiento por incentivos distorsionados en el mercado de rentas residenciales y potenciada por los efectos de Internet y las redes sociales amenaza la calidad percibida del servicio por los turistas y que compite con ventajas frente la oferta de alojamiento formal (no paga impuestos, seguros, costos laborales, etc.) y al no estar sujeto a normas promueve problemas de seguridad que afectan la imagen y competitividad de los destinos. Hay una competencia desleal del sector informal sobre las empresas en blanco del sector.

•La ausencia de normas y procedimientos transparentes que establezcan un marco de relación con  equidad entre la oferta de alojamiento formal, las agencias on line y los sitios de opinión, circunstancia que afecta mayoritariamente al sector pyme.

•Desde fines del 2011 el turismo receptivo internacional, en particular los flujos de larga distancia, han mostrado importantes reducciones, acompañado por la caída del gasto medio diario de los visitantes, al tiempo que desde el cuarto trimestre del 2011, la cuenta viajes de la balanza de pagos de la Argentina volvió a mostrar un creciente saldo desfavorable. Esto marca que se van muchos más turistas argentinos al exterior de los visitantes extranjeros que llegan al país.

•Analizada la evolución de la ocupación promedio anual del total de la oferta en 18 destinos del país  en el ciclo 2008 – 2013, solamente un destino alcanza el 57,86% y cuatro del total restante están ligeramente por  encima del 40% respectivamente.

•En el periodo 2008 – 2013 las tarifas no han podido seguir en ningún caso al incremento de los costos y  la tendencia en los buscadores globalmente más agresivos es a la baja a la hora de medir el número de búsquedas por destino. Solo el costo laboral en dólares corregido por productividad se incrementó en un 80% entre 2006 y 2012 respectivamente a nivel país para el sector hotelero y gastronómico.

•La existencia  de aranceles por el pago de derechos intelectuales en la habitación y la aplicación no razonable de aranceles para la actividad gastronómica junto a la superpoblación de entidades que reclaman agrava aún más la situación. Un hotel tiene que pagar impuestos sólo por el hecho de tener una habitación ocupada con televisión. Lo mismo ocurre con un restaurante  y la música que puede utilizar para ambientar el lugar. Todo esto eleva aun más la presión fiscal que deben soportar las empresas en blanco del sector.

Javier Espina, ministro de Turismo de Mendoza, junto a Fernando Barbera, empresario gastronómico.

Estado de emergencia
Como estrategia y plan de salida, desde AEHGA adelantan que desde el sector privado se va a colaborar más con la promoción turística de Mendoza como destino que vienen haciendo desde el Ministerio de Turismo. Mientras que, por otro lado, se va a trabajar con el sector público para que se declare el estado de crisis y emergencia para generar los mecanismos necesarios que permitan cuidar los puestos de trabajo. La idea es gestionar en la Nación la llegada de “Repro”, que son subsidios para el sostenimiento del empleo. Más ahora que el sector hotelero está en plena discusión paritaria para definir los aumentos salariales que se darán en el sector.

“Estamos en una situación donde creemos que es mejor tener a diez personas con un sueldo digno antes que a ocho con un muy buen sueldo y el resto en la calle”, opinó Barbera.

En cuanto a la situación, desde AEHGA advierten que ya hay cierre de locales gastronómicos con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Mientras que en el sector hotelero, lo que se ha perdido es la contratación de personal temporario porque la temporada alta no ha traído más turistas a los hoteles de Mendoza.

“Estamos viendo los primeros síntomas, pero si la situación sigue así con poco movimiento ahí sí se van a empezar a perder puestos de trabajo y es la situación a la que no queremos llegar”, admite Barbera.

Porque se van más de los que llegan, el turismo tiene un déficit de U$S361 millones en cinco meses
En mayo ingresaron al país 394.800 turistas, con un aumento del 16% interanual. En cambio, los residentes que viajaron al exterior sumaron 435.700, una suba del 14,2%.

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