Luego de disputar el balotaje frente a la ex primera dama, Sandra Torres, el sociólogo Bernardo Arévalo de 64 años, se convirtió en el nuevo presidente de Guatemala que asume en medio de una profunda y compleja crisis.
Luego de disputar el balotaje frente a la ex primera dama, Sandra Torres, el sociólogo Bernardo Arévalo de 64 años, se convirtió en el nuevo presidente de Guatemala que asume en medio de una profunda y compleja crisis.
Arévalo se quedó con el 58% de los votos frente al 37% que cosechó Torres, su adversaria, en el balotaje disputado el pasado 20 de agosto en Guatemala y se quedó así con la presidencia del país.
Bernardo Arévalo tiene 64 años. Es sociólogo y se desempeñó también como diputado. Es el dirigente más progresista de los últimos años en Guatemala, dio la sorpresa en las elecciones y es hijo del expresidente Juan José Arévalo (1945-1951).
Sobre sus espaldas recae el legado de su padre, el primer presidente democrático después de décadas dictatoriales y de poner fin a los 13 años del caudillo Jorge Ubico, un admirador de Adolf Hitler que sometió a trabajo forzado a los indígenas mayas.
Nació en Montevideo, Uruguay, en 1958 debido al exilio de su padre en Sudamérica y Francia, luego que fuera derrocado Jacobo Árbenz en 1954 por una invasión fraguada por Estados Unidos.
Árbenz fue el heredero del gobierno progresista de Arévalo, ya que en esa década se creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, se dio autonomía a la estatal Universidad de San Carlos y a las municipalidades y se permitió el voto a las mujeres y analfabetos, recordó la agencia AFP.
Además, en esos dos lustros se construyeron un puerto en el Caribe y otro en el Pacífico, también una ruta para unir la capital con el Atlántico y competir con el ferrocarril de la poderosa United Fruit Company, que junto con una reforma agraria que afectaba a la empresa estadounidense, fueron los detonantes para truncar las reformas.
Arévalo vivió principalmente en Francia y México y llegó a Guatemala a los 15 años. Fue vicecanciller en 1994-1995 y embajador en España entre 1995 y 1996, en el gobierno de fallecido presidente Ramiro de León Carpio.
Durante la campaña electoral como candidato del movimiento Semilla prometió seguir los pasos de su padre para mejorar la educación, reducir la violencia y la pobreza que afecta al 59% de los 17,6 millones de guatemaltecos.
Arévalo, que compite por primera vez a la presidencia, dijo que no legalizará el aborto libre -la legislación actual lo permite solo cuando está en peligro la vida de la mujer- y tampoco el matrimonio igualitario, pero no permitirá la discriminación ni estigmatización por género ni religión.
Al no figurar entre los candidatos favoritos, los sondeos no midieron el antivoto a Arévalo.
Fuente: Télam