En algún momento de la vida, todos hemos conocido a personas que amenazan constantemente a sus parejas con separarse. Este comportamiento, más allá del malestar que provoca, tiene significados concretos desde el punto de vista de la psicología.
Todos hemos conocido a personas que amenazan una y otra vez con separarse de sus parejas. Qué dice la psicología sobre este tipo de comportamiento.
En algún momento de la vida, todos hemos conocido a personas que amenazan constantemente a sus parejas con separarse. Este comportamiento, más allá del malestar que provoca, tiene significados concretos desde el punto de vista de la psicología.
Según la psicóloga y directora del Instituto Psicode, Marina García Fuentes: "En el momento en que se empieza una relación, se asume la posibilidad de que se termine. La separación es una realidad. Algo bastante obvio, pero esta obviedad se hace insufrible cuando se tiene una pareja que constantemente utiliza esto como estrategia de poder y control”.
Cuando ocurren este tipo de situaciones, muchas personas, por miedo al abandono o a perder a su compañero/a sentimental, se someten, ceden constantemente y terminan anulándose frente al otro. Con el tiempo, esta dinámica comienza a deteriorar la relación, aunque no siempre se percibe que algo no está funcionando bien, explicó.
Cuando las malas palabras o freses hirientes se vuelven frecuentes, comienzan a surgir problemas profundos: aumentan la inseguridad, la ansiedad y el estrés dentro de la relación. Además, pueden aparecer formas de manipulación e incluso violencia, tanto física como emocional.
Por eso, es fundamental aprender a reconocer estas situaciones y trabajar en el control de los impulsos. Además, saber cuándo pedir ayuda profesional puede marcar la diferencia y prevenir el desgaste de la pareja. / La Nación