Las tortugas de tierra son una mascota que cada vez más personas eligen por su tranquilidad y longevidad. Aunque no son tan interactivas como otros animales, ofrecen una compañía única y requieren un cuidado adecuado para prosperar. Conocer sus necesidades es clave para que vivan muchos años felices en tu hogar.
Las tortugas de tierra son reptiles fascinantes. Pueden vivir entre 50 y 100 años, dependiendo de la especie y los cuidados que reciban. Su tamaño varía, desde pequeñas especies de 20 cm hasta otras que pueden superar los 50 cm. Son animales tranquilos que no necesitan demasiada atención diaria, pero sí un entorno adecuado. Esto las convierte en una excelente opción para quienes buscan una mascota diferente y de bajo mantenimiento.
Mascota: la guía para cuidar a una tortuga de tierra y que viva feliz durante décadas
Cuidados básicos para una tortuga de tierra
El hábitat: Las tortugas de tierra necesitan un espacio amplio y seguro, preferentemente al aire libre, con acceso a sombra y sol. Si no es posible, un terrario grande con luz UVB es indispensable para suplir las necesidades de vitamina D.
La alimentación: Su dieta es principalmente herbívora. Las hojas verdes, frutas y verduras frescas son esenciales. Evita darles alimentos procesados, lácteos o carne, ya que pueden afectar su salud.
La hidratación: Aunque no beben grandes cantidades de agua, es importante mantener un recipiente bajo con agua limpia para que puedan hidratarse y refrescarse.
El cuidado veterinario: Una revisión anual con un veterinario especializado en reptiles puede prevenir enfermedades y garantizar una vida saludable.
¿Qué tipos de tortugas de tierra podés tener en casa?
Entre las especies más comunes están la tortuga argentina o tortuga de caja, y la tortuga mediterránea. Cada especie tiene requerimientos específicos, pero todas necesitan un ambiente que imite su hábitat natural.
La tortuga argentina, también conocida como Chelonoidis chilensis, es nativa de Sudamérica y se adapta bien a climas áridos y semidesérticos. Su tamaño suele oscilar entre 25 y 35 cm, y su dieta es principalmente herbívora, basada en cactus, hojas y frutos. En contraste, la tortuga mediterránea, o Testudo hermanni, es originaria de Europa y prefiere climas más templados, con hábitats que incluyen praderas y bosques abiertos. Esta última es más pequeña, con un tamaño promedio de 20 cm, y su alimentación incluye hierbas, flores y algunas frutas. Además, la tortuga argentina tiene un caparazón de tonalidades pardas, mientras que la mediterránea presenta patrones amarillos y negros más definidos. Ambos tipos requieren cuidados específicos, pero la mediterránea necesita mayor protección en inviernos fríos.
La mayoría de las especies de tortugas terrestres están en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat, la caza y su creciente popularidad como mascotas. por lo tanto, si estás pensando adoptar una, asegurate que el lugar en donde la compres tenga habilitación legal./ Mundo deportivo.