Política hídrica

Riego acordado o "a demanda": Irrigación definió cómo será

Dependerá de la superficie, oferta de agua y necesidades de los cultivos. La distribución y los controles del nuevo esquema de riego acordado según Irrigación.

Finalmente, el Departamento General de Irrigación aprobó el esquema del llamado "riego acordado" o "riego a demanda". Un nuevo modelo que venía anticipandose como el nuevo modelo de administración del agua a raiz de la escasa oferta de los últimos años en Mendoza.

Según lo resuelto por el superintendente de Irrigación, la distribución acorde a la demanda prevé entregar agua en base a 3 factores o variables.

"Implica un acuerdo entre cada Subdelegación de Aguas y/ o Jefatura de Zona y las Inspecciones de Cauce, sobre el agua para riego que se les asignará en cada año agrícola, de acuerdo a la oferta hídrica disponible para la temporada, sus hectáreas (haSI) y en función de las necesidades de los cultivos existentes", dice la nueva resolución .

Esas variables irán ajustándose en cada año agrícola, es decir, entre octubre del año en curso y hasta el setiembre del siguiente, que a su vez se divide en 3 períodos. Y para eso, Irrigación tendrá en cuenta el Pronóstico de Escurrimiento que se presenta anualmente.

Riego acordado: el esquema

La extensa resolución detalla que el volúmen de agua total anual asignada a una Inspección de Cauce, se conformará por las cuotas-parte que le corresponden, en función de las hectáreas (haSI) de su canal y la oferta disponible.

A su vez, está previsto un control periódico: el Departamento de Gestión Hídrica de cada Subdelegación y/o Jefatura de Zona deberá registrar diariamente las "láminas de agua" (cantidad de mm por año) entregadas a las distintas Inspecciones de Cauce. Información que estará asentada en una "Cuenta de Agua" en la web de Irrigación.

¿Cuáles son los criterios para la distribución por demanda? Hay básicamente tres:

-La Cuenta de Agua se calculará en el comparto de ingreso del canal principal de cada Inspección. Para computar valores se considerará el caudal a partir del horario de ingreso al comparto del canal principal, durante el tiempo de la entrega.

- No habrá compensación por pérdidas en distribución secundaria.

-Las hectáreas (haSI) a irrigar serán las que informe diariamente el Departamento General de Irrigación.

Cómo se definirá la demanda

El proceso arranca con la solicitud de caudales o erogación de agua requerida por el productor, que se dividirá en cuotas.

Dichas solicitudes, a completar virtualmente con el llenado de un formulario a través de la web de Irrigación o también por escrito, se acuerdan entre la Subdelegación y/o Jefatura de Zona y cada Inspección de cauce "como así también cualquier cambio que deba realizarse a las mismas, los que sólo podrán ser realizados una vez por día".

Pero ¿cómo se define el volúmen a solicitar y su entrega?

La cuota representará una proporción del volumen total a entregar. Y se expresará en lámina (mm/año), valor que resulta de dividir el volumen total por la superficie en (haSI) cultivada a la que se hará entrega del recurso o se expresará en m3/ha/año.

"La cuota de agua del modelo de distribución en función de la demanda, deberá ser ajustada periódicamente, en función de la evolución de los ingresos de agua efectivamente registrados en las secciones de aforo del sistema hídrico y de las hectáreas que se encuentren en (haSI)", estipula la resolución, además de aclarar que la cuenta "no se interrumpirá al finalizar la temporada".

¿Y si hay ahorro de agua, o se consume menos de lo estipulado?

En ese caso, Irrigación dispuso que la oferta remanente de agua estará disponible para la Inspección de Cauce en la temporada siguiente, para repartir entre los regantes. Aunque dependerá de la "capacidad y operatividad" de los embalses en cada zona.

Un remanente que quedará "anotado" en la cuenta de agua respectiva. Y permitirá un consumo superior a la cuota de agua correspondiente en el ciclo agrícola siguiente, siempre que exceda el 5% del total autorizado.

Qué se tuvo en cuenta

Para Irrigación, el nuevo modelo considera que los estudios sobre la acumulación de nieve y la evolución del clima fueron determinantes para "estimar la cantidad de agua disponible y la oportunidad de su escurrimiento", en cuanto a la planificación y gestión del agua para riego en todos los oasis productivos de Mendoza.

Por otra parte, pone la medida en el contexto mundial donde se impone la “distribución volumétrica”. Y argumenta una "modernización de los sistemas de distribución y medición fundamentalmente, y no está disponible por el momento en nuestra provincia, ni en el país".

Asimismo, consideró una "herramienta vital" el Pronóstico de Escurrimiento de cada cuenca, dado que define cómo será cada año hidrológico. Aunque el sistema viene de estipular una "flexibilización" en la entrega de agua en función de la variación temporal de las necesidades del cultivo existente.

Aún así, para justificar el nuevo esquema de riego acordado o a demanda el organismo toma como antecedente la ley 430 que data del año 1907.

Según esa norma "la entrega de agua para riego debe ser realizada en función del tipo de cultivo y suelo de la zona donde asienta la propiedad a irrigar, no obstante lo cual, los sistemas de riego y la infraestructura, histórica y actual, de todas las cuencas, hoy no permite la medición y control en todos los puntos de entrega".

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