El Banco Nación avanza con una reestructuración que incluye cierre de sucursales, mientras la Asociación Bancaria alerta por el ajuste.
El titular de la Asociación Bancaria en Mendoza, Sergio Giménez, se refirió a la decisión de Javier Milei en torno al Banco de la Nación Argentina.
El Banco de la Nación Argentina (BNA) anunció una profunda reestructuración interna que incluye el cierre o fusión de 60 sucursales a nivel nacional, con el objetivo de reducir costos operativos y optimizar recursos. La medida se inscribe dentro del plan de austeridad promovido por el gobierno de Javier Milei y, según estimaciones de la entidad, permitirá un ahorro superior a los $1.000 millones.
Sin embargo, desde la Asociación Bancaria, a horas de comenzar su plenario nacional, intentaron tranquilizar a trabajadores y ciudadanos bajando la intensidad del comunicado oficial.
“En el marco de su transformación, el Banco Nación avanzó en una serie de medidas que permitieron un reordenamiento de su funcionamiento, con mayor eficiencia y un importante ahorro”, indicó la institución mediante un comunicado oficial. Entre las acciones a implementar, se destacan la fusión de estructuras administrativas, la reasignación del personal y el fortalecimiento de puntos estratégicos de atención.
Desde el gremio La Bancaria, su referente en Mendoza, Sergio Giménez, en diálogo con Sitio Andino, expresó su preocupación y aseguró que “Siempre hay que estar alerta cuando hay un gobierno de estas características que pretende ajustar organismos del Estado”.
Sin embargo, el dirigente gremial también aclaró que el comunicado del Banco Nación muestra una paradoja: mientras se anuncian cierres de sucursales, se destacan los buenos resultados económicos de la entidad.
“El mismo comunicado sostiene que el banco arroja resultados positivos: es primero en activos, primero en depósitos, primero en préstamos y primero en patrimonio”, señaló Giménez.
En relación con el impacto sobre el personal, no se produjeron despidos a raíz de la reestructuración. Según precisó Giménez, en la mayoría de los casos hubo reubicaciones y, en otros, se aplicaron prejubilaciones voluntarias para trabajadores mayores de 55 o 60 años.
En números, se trata de aproximadamente 1.500 empleados en todo el país, lo que representa un 8% del total, y en Mendoza la cifra rondaría entre 50 y 60 empleados, es decir, alrededor del 6% de la dotación local.
El sindicalista también desmintió que Mendoza se haya visto afectada por cierres, “en Mendoza no se cerraron sucursales, al contrario: hace pocos días se habilitó un cajero automático en San Carlos y está por inaugurarse otro en el Cordón del Plata, Tupungato”.
Giménez subrayó la importancia social de estas instalaciones: “Son cajeros que quizás no sean rentables desde lo económico, pero sí son altamente rentables desde lo social, porque permiten el acceso a servicios bancarios en zonas rurales”.
Otro punto de tensión gira en torno al proyecto de conversión del Banco Nación en una sociedad anónima, impulsado por el Decreto 119 del Ejecutivo Nacional. Según La Bancaria, ese proceso se encuentra judicializado y cuenta con fallos adversos al Gobierno.
“Obtuvimos un fallo de primera instancia en contra del decreto, en el juzgado del doctor Alejo Ramos Padilla, que fue ratificado por la Cámara de Apelaciones de La Plata”, detalló Giménez.
Finalmente, el sindicalista remarcó que parte de la controversia pública se debe a que “el título del comunicado no condice del todo con el contenido”. Para Giménez, el mensaje del banco generó preocupación social innecesaria y aunque —para ellos— en los hechos no se trate de un recorte tan drástico como aparenta,
“Uno no puede estar nunca tranquilo con una administración de este tipo, pero este ajuste que se menciona quizás no es tan severo como algunos medios lo plantean”, cerró el dirigente desde Buenos Aires.