Más precio, menos ventas: cuánto combustible se carga en Mendoza
La suba de precio, que acumula 38% en este 2023, se hace sentir en el expendio. El cambio en la demanda de combustible y el salto respecto a 2022 en Mendoza.
Con la última suba de precio, se acentúa la curva de expendio de combustible en Mendoza
Foto: Yemel Fil
Cargar menos, cambiar de tipo o, como solución más extrema, guardar el vehículo. No hay nada nuevo bajo el sol cuando de suba de precio de cada combustible se trata. Lo cierto es que con el cambio de valores del fin de semana ya son hasta 38% más caros que a inicios del 2023, y eso se hacen sentir en las ventas de las estaciones en Mendoza.
Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación en base al expendio declarado por estaciones de Mendoza, la caída de la demanda llega al 14% en lo que va del año. Aunque la curva cambia de acuerdo al tipo o calidad del combustible, y es mayor si la comparación se hace con el invierno del 2022.
La foto de la ciudad de Mendoza, si se toman sólo bocas abastecidas por YPF, alcanza para entender esa afirmación. En el caso de la tradicional nafta "súper", sólo en radio céntrico y alrededores, los 971 m3 vendidos durante mayo (el último registro) significa 10% menos que en enero.
La caída se acentúa con los combustibles más caros. Concretamente, la venta en volumen de nafta premium (Infinia de YPF) mermó un 15,5% en lo que va del 2023 conforme el precio trepó casi 25%, y representa poco más de la mitad de lo que se expende de súper.
Misma relación existe con lo que se vendía en julio del 2022. Pero desde entonces, el precio por litro del combustible prácticamente se duplicó: hace un año se pagaba a $150,42 por litro, y con el último ajuste del fin de semana ya está en $292,40.
Aunque la Ciudad de Mendoza se muestra más relajada en vacaciones de invierno, una imagen indiscutible es la de una playa de estacionamiento casi sin vehículos. Así se veía al mediodía del lunes la YPF de Necochea y Patricias Mendocinas.
Allí, Cristian Rodríguez, su encargado, admite que la suba constante de precios hace mella, al asegurar que "entre quienes cargan premium son pocos los que llenan el tanque. Y de cada 3, al menos dos optan por súper; en este último mes se ha duplicado esa demanda".
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Cambio y punto de equilibrio
"Ha venido poca gente esta mañana. Y los que vienen, enojados por los nuevos precios", confiesa César, responsable de playa de una estación Axion ubicada en Ciudad que modificó las pizarras en la madrugada del lunes para sumar $10 por litro.
Uno de ellos es Gabriel, que debe viajar todos los días desde Lavalle a Ciudad por su trabajo en un negocio del Centro que lo obliga a hacer horario discontinuo. Y cuenta: "Cargo $3.000 o lo que tenga, y aprovecho "promos" de lunes o sábados. Pero empiezo hoy a volver por la tarde en micro, no queda otra".
Justamente la caída de la demanda es una reacción esperable. La otra es la transferencia de demanda: se vuelve cada vez más habitual que automovilistas acostumbrados a cargar combustible premium (nafta o gasoil) reaccionen a las subas de precio "pasándose" al tipo súper, el más económico.
Es en lo que coinciden varias bocas de YPF. Desde la estadística un ejemplo lo dan los "gasoleros": mientras el expendio de la Diesel Infinia cayó cerca de 3% desde enero, simultáneamente el gasoil común o Grado 2 creció el mismo porcentaje.
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Claro que más allá de los cambios de hábito (transitorios o permanentes) forzados por los mayores costos, los dueños de estaciones tienen un "punto de equilibrio" que desde la rentabilidad cada vez menos firmas pueden alcanzar y sostener.
Según Amena (Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines), actualmente es de 330 m3 (330 mil litros mensuales). Pero los negocios que lo superan son la excepción a la regla.
Mientras, se ven cada vez más automovilistas "anestesiados", casi sin reacción ante la sucesión de aumentos de precios.
"Antes la gente hacía cola para aprovechar los descuentos que tenemos los miércoles, y ahora no. A veces vemos filas de vehículos el día después de un aumento, no se entiende bien. Lo cierto es que se ve la sensación de resignación ante lo que pasa", resume Gustavo, a cargo de una Shell cercana al microcentro.