IMPSA -la tradicional e histórica empresa metalúrgica mendocina, líder en desarrollos a nivel mundial- y sus trabajadores atraviesan un momento crítico. Lo que fue promocionado como la primera privatización libertaria está a punto de convertirse en el primer gran fracaso del gobierno de Javier Milei.
Mientras desde el Ministerio de Economía de la Nación aseguran que no hay novedades y estiran los tiempos sin respuestas, parte de los trabajadores realizó este viernes una nueva medida de fuerza con una movilización en las puertas de la empresa.
Desde el gobierno provincial, el silencio es absoluto, pero algunas fuentes aseguran que se está trabajando en un plan de contingencia para enfrentar lo peor. Lo mismo opinan fuentes gremiales y del sector privado, que afirman que la venta está caída y que el Gobierno Nacional no lo anuncia porque sería un golpe duro que la primera privatización fracase de manera tan estruendosa.
IMPSA: problemas ideológicos y financieros
Un dirigente del sector metalúrgico aseguraba vía WhatsApp, en la tarde del viernes, que no solo hay un problema económico o geopolítico, sino también un problema ideológico de un gobierno que no quiere que exista ningún tipo deindustria nacional, ni siquiera en manos extranjeras.
Los trabajadores han cobrado hasta ahora el 70% del aguinaldo y la primera quincena de diciembre, pero no hay noticias sobre el resto del SAC ni de la segunda quincena del último mes del año.
Fuentes de la empresa aseguran que ambas exigencias podrían cancelarse cerca del Día de Reyessi se efectiviza un pago de una obra que está realizando la compañía, pero la continuidad de los salarios depende únicamente de lo que ingrese a la empresa por los pocos trabajos que quedan en pie y algunas deudas exigibles. Esto se da en un contexto de retiro total del apoyo del Gobierno Nacional y Provincial.
El secretario general de la UOM, Luis Márquez, expresó en su momento que “la única garantía que han dado, más allá del formulario que les hemos entregado, es que el mes de diciembre, tanto la primera y segunda quincena, más el aguinaldo, serían pagados”.
Las fechas estipuladas para los pagos eran el 15 de diciembre para la primera quincena, el 30 para la segunda y el 18 para el aguinaldo. Sin embargo, según Márquez, estas fechas fueron respaldadas por el Gobierno Nacional, pero, como ocurre con otros compromisos asumidos por la administración de Javier Milei, no se cumplieron.
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IMPSA, sigue en un limbo sobre su futuro
Foto: IMPSA
IMPSA: presagios de un desenlace desfavorable
Mientras tanto, el silencio de las administraciones nacional y provincial hace presagiar lo peor. Desde el sector metalúrgico aseguran que no habrá privatización, y algunos sostienen que ya hubo contactos con empresas argentinas e internacionales que podrían estar dispuestas a adquirir la maquinaria de IMPSA y algunos contratos pendientes para comenzar el proceso de desguace.
Desde otros sectores se promueve un nuevo llamado a licitación, pero advierten que no habrá demasiados cambios en las condiciones que traban la actual oferta. Los problemas incluyen la deuda que no logra ser renegociada, los conflictos con la ARCA por importaciones temporales que se transformaron en permanentes debido a la caída de contratos con Venezuela, y la abultada deuda de ese país con la empresa, que se ha vuelto prácticamente incobrable.
Desde el Ministerio de Economía ya ni siquiera se dan fechas posibles para una resolución final. Lo único cierto es que la famosa fecha límite del 20 de diciembre pasó hace tiempo, y la esperanza de una solución para los trabajadores y de que la empresa siga viva parece apagarse lentamente.