"El crédito UVA es una verdadera trampa caza-bobos"
Para el referente de damnificados por créditos UVA de la era Macri en Mendoza "no tienen nada favorable al tomador". El riesgo de una disparada de la inflación.
Los adjudicatarios de créditos UVA en 2018 que luchan por su deuda advierten a los futuros sobre la trampa de la inflación.
¿Tienen futuro el "renacido" crédito hipotecario UVA que lanzó el gobierno de Javier Milei? ¿Existe un mecanismo capaz de blindar realmente a los solicitantes en caso de una disparada de la inflación? A criterio de quienes ya conocen este tipo de financiamiento y hoy sufren sus consecuencias de apostar al sueño de la casa propia por esa vía, la respuesta es no, incluso no dudan en calificarlo como una "trampa".
Actualmente hay 105.000 familias hipotecadas por su deuda de créditos UVA tomados entre 2017 y 2018 en todo el país. De ese total, más de 7.500 están en Mendoza, y la mayoría está en litigio ante la Justicia con el banco que en su momento otorgó el financiamiento.
"Es la misma trampa. Incluso peor, por el aporte del seguro que hay que pagar en caso de que se dispare la inflación, como si el banco fuera la víctima en vez del tomador del crédito, que no tiene nada a favor", dice Maximiliano (40) uno de los tantos damnificados por créditos UVA del Gobierno de Mauricio Macri, cuyo caso, como la mayoría con una deuda abultada lejos de cancelarse, terminó en un litigio judicial con el banco otorgante aún pendiente de resolución .
Maxi forma parte del grupo de autoconvocados en Mendoza. Su historia, más allá de la diferencia en montos, es similar a la de otros que comparten su lucha, y comenzó cuando en mayo de 2018 pidió y obtuvo $3,7 millones como cliente del banco Supervielle.
Su plan era financiar 75% del sueño de la casa propia que compró en San José (Guaymallén) y hoy habita con su esposa. Pero 6 años después, y con gracias a una disparada inflacionaria en el medio, el sueño se convirtió más que nunca en pesadilla.
Es que aún debe $147 millones sólo de capital. Y no duda en hacer el ejercicio para mostrar el riesgo de embarcarse en una economía signada por los ciclos de inflación: "La primera cuota que pagué fue de $22 mil, cuando el UVA era de $25. Llevo más de 50 pagadas, y este mes fue de casi un millón, mientras el UVA superó los $1000".
Según Maximiliano, ingeniero electrónico de profesión, "se entiende que hay mucha gente que proyecta tener su casa, y la euforia que puede generar que la inflación no suba tanto. Pero hay una profunda recesión, por eso insistimos en que la gente no tome estos créditos".
En la misma línea de pensamiento, los autoconvocados por la situación que atraviesan y no tiene respuesta todavía, coinciden en una crítica a los dichos de algún funcionario del Gobierno de Milei, cuando relativizó el impacto de la inflación en el costo de la devolución del crédito.
"Que nos digan que así como aumentó la cuota que pagamos en la misma medida se revalorizó el inmueble es un verdadero disparate. Porque pormás que uno venda su casa, la deuda queda. Y además, hay que descontarle el aporte inicial del 25%".
Por eso, el referente de los autoconvocados en Mendoza no duda en definirlo como una "verdadera trampa caza-bobos en la que están enfocados los bancos ahora, mientras no quieren arreglar los problemas que vienen desde 2018".
Él, como sus compañeros de lucha, todavía no pueden dormir tranquilos y disfrutar a pleno del hogar que fue fruto de tanto esfuerzo. Sucede que su causa, que enfrenta los poderosos intereses de los bancos, sigue en manos de la Justicia.
¿Qué pretenden como solución y para ponerle fin a la pesadilla?
"El común denominador de todos es que se retrotraiga el capital del crédito al primer congelamiento de la cuota aplicado durante la pandemia. Y cambiar el índice de cálculo de intereses. Lo lógico es que, si se cuadruplicó la deuda, para adelante se divida por cuatro", concluye Maxi.