Cuánta uva no será vino en 2024, según acordaron Mendoza y San Juan
Es el porcentaje que busca el equilibrio del mercado del vino ante una cosecha más abundante. Mosto, principal destino de la divesificación de la uva.
El balance de la cosecha de uva en el Valle de Uco fue sumamente positivo.
La pauta diversificadora es, un año más, el dato que todos esperan porque marca el pulso del ciclo comercial de la industria vitivinícola pos cosecha. Y cuando acaba de conocerse que la vendimia 2024 tendrá mayor volúmen, el porcentaje de uva que debe ir a otros destinos más allá del vino cobra vital importancia en medio de la tensión por los precios en Mendoza.
Con la estimación de que los viñedos de Mendoza van a aportar 28% más materia prima que en 2023 (unos 11,9 millones de quintales) y 16% más en San Juan (4,7 millones), los gobiernos de ambas provincias firmaron cuánto se destinará a "mosto y otros fines", como la exportación, uva en fresco, etc para mantener tonificados los valores. Será un 17% del total cosechado.
Pero el acuerdo no fue fácil ni se selló rápido. Según admitió el ministro de Producción Rodolfo Vargas Arizu junto a su par de San Juan Gustavo Fernández, es resultado de al menos 5 reuniones con cámaras del sector primario y la industria.
Vargas Arizu señaló que “esto apunta a regular un mercado que con 18 millones de quintales está en equilibrio. En un año complicado para una demanda de vino no muy elástica en el mercado interno, si hay oportunidades para la exportación con retenciones cero y un tipo de cambio más lógico que en 2023".
Destinos y stocks de vino
"San Juan, por su estructura, diversifica un porcentaje mucho mayor, entre mosto, uva en fresco y pasas. Pero es importante llegar a un acuerdo con Mendoza porque envía una señal al mercado a la hora de tonificar el precio que recibe el productor", consignó por su parte el sanjuanino Fernández.
Por su parte, según Vargas Arizu el sector de mosto (principal sector beneficiado por la diversificación) puede llegar a colocar "más de 100 mil toneladas" de producto en sus principales mercados internacionales, sobre todo Estados Unidos. Aunque para el ministro "la exportación debe apoyarse en el crédito e insistir en acuerdos internacionales de libre comercio".
El dato siempre se relaciona a las existencias o stocks de vino. Aunque en la industria hay quienes proyectan unos 7 meses equivalentes de despachos al consumo, para el Gobierno, en base a cálculos del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) no supera los 5,5 meses.
Si bien el objetivo es sostener el precio para beneficiar a los productores, cambia la modalidad. El año pasado se había puesto en marcha un operativo de compra a partir de un fideicomiso; en cambio para esta temporada se implementan adelantos en concepto de créditos para cosecha y acarreo con garantía de producto.
"Si bien el precio de referencia es $230 por kilo, estamos definiendo el valor producto para poder activar la línea", dijo al respecto Hernán Norando, titular de Mendoza Fiduciaria S.A., la sociedad que administra un fideicomiso de $1000 millones, con una tasa en torno del 90%.
Como parte de una estrategia que parece encararse en conjunto, San Juan también encaró su propio operativo sostén del precio de la uva aunque con distintos medios. Y mucho más dinero para el mismo fin: asegurar financiamiento acorde para que los productores para defender el precio de la uva.
Fernández lo definió como "créditos de cosecha y acarreo mixto", a través de las Agencias de Fomento, con una línea de un fondeo similar al de Mendoza. Pero también vía Banco de San Juan, el agente financiero provincial, que dispone de otros $3 mil millones.