Con la devaluación, otra suba de precios: qué pasa en Mendoza
La decisión de aplicar una devaluación del 22% ya se traslada a los precios. Cómo se manejan comercios de indumentaria, jugueterías y el consumo masivo.
Así cotiza el dólar blue hoy en Mendoza.
Foto: NA
La semana arrancó desafiante en materia económica con la devaluación de más del 22%. Una medida poco habitual que, tarde o temprano, se traslada a precios y, en definitiva, encarece la canasta familiar: de hecho, ya empezó a reflejarse en los comercios y el consumo masivo de Mendoza durante un lunes agitado y desconcertante.
El movimiento del dólar es el fiel de la balanza para negocios de distintos rubros. Por eso, con la devaluación consumada (y un dólar blue o marginal 14% más arriba) el sector comercial empezó a acomodar precios para preservar la rentabilidad, justamente a pocos días de un Día del Niño que suele traccionar las ventas.
Para los negocios, no todo es 2+2. Sucede que, según explican los comerciantes, el salto del dólar oficial no se traslada en forma lineal a la hora de reponer mercadería.
"Se importa a un dólar oficial que hasta el viernes era de $298 y ahora $365, pero hay formadores de precios que aplican un "collage" entre el dólar formal y el informal o blue. Para el comercio se trata de vender y volver a comprar para volver a vender, no hay magia en ésto", señala Adrián Alín, presidente de la Cecitys (Cámara de Empresas Comerciales, Industriales, Turismo y Servicios).
Aunque ya en el primer día de la semana las listas se empezaron a actualizar, desde las jugueterías asumen el compromiso de que al menos los precios publicitados para el próximo Día de la Niñez se mantendrán sin cambios.
Sin embargo, en indumentaria y otro tipo de productos hay un consenso: que los aumentos se muevan entre el 10 y 11%, según Alín "en forma progresiva, para que sobre todo las pyme puedan mantenerse sin perder clientela ni resignar más rentabilidad".
Mientras tanto, para compras que se pagan con dólar en la mano se hace valer la cotización de un blue indomable al menos en el inicio de la semana.
"Estamos esperando un poquito a ver qué sucede. Todo está en ebullición. Algunos hablan de un aumento del 15% y en el caso de los importados el 20%. En Buenos Aires están paradas todas las listas ni nos toman pedidos. Tampoco hay precios ni podemos asegurar a cuánto vamos a vender mañana", detalla Rubén David, dueño de uno de los súper mayorista-minorista más concurridos del Gran Mendoza.
Como en el caso de David, varias cadenas locales admitían ya tener problemas para reponer mercadería. Y se resignan a qaue "si alguna góndola queda vacía y falta stock, seguirá así hasta que llegue el producto".
Por lo pronto, el sector retail están a la expectativa. Es que el martes 15 es feriado en Chile, lo cual agregaría demanda en este momento complicado desde el país vecino, aunque se especula que un eventual cierre del paso fronterizo por la situación meteorológica ayude a contenerla.
El futuro de Precios Justos
Mientras tanto, el Gobierno tiene por delante lo que fue casi una promesa de campaña antes de las PASO para presidente: una mejora del salario mínimo, vital y móvil (desde junio, $105.500 mensuales), acompañándola de una renegociación del programa Precios Justos.
Es que desde el ministerio de Economía que lidera el candidato a presidente Sergio Massa saben que el desafío es lograr que la suba de salario no se diluya con más subas de precios. Precios Justos, que vence el 17 de agosto, para el Gobierno es una barrera para frenar la escalada inflacionaria de productos esenciales en grandes supermercados.
Las empresas de consumo masivo reclaman incrementos de dos dígitos para “compensar” la suba en los costos. Según explican, el desfase entre sus aumentos y el de proveedores se agravó con la decisión del Gobierno de sumar el impuesto País al dólar para importaciones de bienes y en los fletes internacionales.
Es uno de los temas en la agenda semanal de Massa, donde se destaca uno en particular: el armado del presupuesto 2024 con “déficit cero”, además de facilidades para importar con dólares propios y más desembolsos de organismos multilaterales de crédito.