El Gobierno publicó los cambios en las retenciones a las exportaciones de carne. Desde el propio sector muestran dudas sobre la efectividad del nuevo esquema.
Finalmente, en el Boletín Oficial, tal como publicó Sitio Andino, quedaron concretadas las promesas de Javier Milei al sector ganadero durante su discurso en la Sociedad Rural respecto a la baja de las retenciones a las exportaciones de algunos tipos de carne y lácteos.
De lo publicado en el BO lo más trascendente, según los especialistas del sector, es la eliminación total de los derechos de exportación "a las vacas de categorías A, B, C. D y E” a eso le sigue la reducción en 25% de los DEX a las proteínas animales (carne de las especies vacuna, aviar, porcina, ovina y demás) que así pasan del 9% al 6,75%.
¿Por qué desde el sector consideran como lo más importante la desgravación total a las vacas? Principalmente por la afectación que puede tener en el mercado, pero también en la conformación de los rodeos, stocks y procesos productivos.
Miguel Gorelik especialista del sector y directo de Valor Carne destaca que resulta curioso “desgravar las exportaciones de carne de vaca al tiempo que se mantienen 6,75 puntos para las demás carnes vacunas”.
Los especialistas y conocedores del mercado remarcan que la distinción puede terminar en consecuencias negativas imprevistas en la producción, pero también fiscales porque advierten las dificultades para fiscalizar si la carne exportada proviene de vacas o no.
Gorelik asegura que tampoco “parece sensato desde el punto de vista económico-político. Desde la aparición de China, menos de diez años para acá, más de la mitad de las exportaciones de carne están constituidas por la de vaca, que tienen asociado el riesgo de que un cliente lleva más del 70% del total y más de la mitad medido en divisas”.
La sabiduría popular lo tiene sentenciado “No hay que poner todos los huevos en la misma canasta” la desaparición de las retenciones para las vacas muy probablemente concentre aún más los envíos a China.
La política lógica sería bajar las retenciones a los cortes con más valor agregado y fomentando así el aumento de los envíos a estos y postergar la exportación de los más baratos como las vacas. Sin embargo, el Gobierno toma el camino inverso.
El director de Valor Carne también realizó una cuenta rápida de los impactos económicos de las medidas; “Haciendo una cuenta a mano alzada, ya que no existen registros de acuerdo a si la carne es de vaca o de novillo: se exportan 2.700 millones de dólares de carne vacuna por año de las que se recaudan 240 millones de dólares en concepto de DEX.
De éstos, de acuerdo a los anuncios se resigna la mitad por la desgravación de la carne de vacas, digamos 120 millones de dólares, y la cuarta parte del resto, o sea, 30 millones más.
Es decir, que por mantener 90 millones de recaudación (menos del 40% de la actual) se perdió la oportunidad de anunciar la eliminación completa de los derechos de exportación sobre la carne”.
Poniendo en contexto lo que se mantiene de recaudación es menos de los que vendió el Banco Central algunas jornadas de la pasada semana.
En el ambiente ganadero también analizan lo que ellos creen aún más importante y consideran que las medidas van en contra de lo que la ganadería argentina tiene que recuperar, que es el número de novillos. Gorelik destaca que los novillos se mantienen en la mitad de lo que había antes de la super liquidación de 2008-2009 y es la categoría que puede aumentar considerablemente la producción de carne, con más cantidad y más peso individual.
A todo este combo, que no termina de convencer siquiera el sector, desde sectores comerciales y frigoríficos advierten de las posibles consecuencias en los precios del mercado interno que se sabe siempre ligados a los valores de exportación de los productos.
El gobierno sigue a pleno con su política de tomar medidas a mitad de camino que parecen no conformar a nadie