Alimentos, ambiente y políticas: el rol estratégico de la agricultura urbana, según el Conicet
Una investigadora del Conicet Mendoza analiza la agricultura urbana como estrategia frente a la inseguridad alimentaria y el crecimiento de las ciudades.
Alimentos, ambiente y políticas: el rol estratégico de la agricultura urbana, según el Conicet
Una investigadora del Conicet Mendoza investiga el rol de laagricultura urbana y sus beneficios. La especialista destaca el desarrollo y la importancia de esta práctica, mientras que resalta la necesidad de formación y acompañamiento por parte de profesionales.
“América Latina cuenta con una alta riqueza de actividades urbanas para la producción de alimentos. Teniendo en cuenta solo la parte dedicada a los de origen vegetal, es posible observar el uso de espacios unifamiliares, comunitarios, públicos o privados para cultivar", expresó Fabiana Castellarini, investigadora del Conicet en el Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas.
Según publicó la institución, la agricultura urbana es toda actividad de producción de alimentos alrededor y en áreas urbanas como balcones, azoteas, patios o terrenos baldíos.
"A ello se suman, actividades que implican el procesamiento y conservación de alimentos para abastecer el mercado local; actividades que reúnen personas para trabajar en diferentes etapas de la cadena de valor como, por ejemplo: generación de agro-insumos o transporte de los alimentos; y también hay actividades que reúnen personas con intereses recreativos, educativos o culturales, por mencionar los más frecuentes”, comentó.
En esta práctica interactúan los sistemas locales ecológicos, sociales, económicos y de gobernanza. Si bien en América Latina no es novedoso, ha aumentado su relevancia debido a factores como:
El aumento poblacional,
Crisis políticas,
Crisis económicas,
Desplazamientos forzados de personas.
agricultura urbana conicet Mendoza
La agricultura urbana refuerza su tradición en América Latina y se vuelve más relevante.
Conicet Mendoza
Agricultura urbana: la investigación del Conicet
Castellarini reúne información científica de los últimos 21 años y analiza esta práctica estratégica frente a la pobreza urbana, la inseguridad alimentaria y otros efectos del crecimiento de las ciudades, según detalla la publicación del Conicet.
“Esta estrategia permitió actualizar un tema que se ha estudiado desde hace varias décadas, insertarlo en la arena de las discusiones globales y brindar una herramienta alternativa tanto para abordar nuevos estudios como para guiar a los tomadores de decisión. Es importante remarcar que, aunque el trabajo consideró estudios generados en la ventana de tiempo de los últimos 21 años, durante la que se generaron los marcos conceptuales más recientes, los estudios de agricultura urbana comenzaron varias décadas antes, y los trabajos anteriores son referentes tanto para los que emergieron en el período analizado como para el presente estudio”, explicó la científica.
La especialista llegó a la conclusión de quela dimensión ambiental fue la más estudiada, mientras que falta desarrollo de la social, económica y de gobernanza. A su vez, identificó beneficios para las personas y el ambiente, pero hay debilidades relacionadas al mal uso de insumos, que conlleva riesgos para la salud humana y ambiental.
“Si estas actividades no se realizan de manera responsable y sobre la base de conocimiento de las comunidades que la practican y del que aporta la ciencia, también se pueden generar resultados no deseados como, por ejemplo, degradación y contaminación ambiental", explicó.
Esta práctica que en principio parece totalmente beneficiosa, también puede traer dilemas. "Se ha observado también que la ausencia de regulaciones es propicia para la emergencia de conflictos sociales por tenencia de la tierra o emergencia de enfermedades y plagas", indicó la investigadora.
El estudio pone también en evidencia que la agricultura urbana reúne múltiples actividades que necesitan de una fuerte educación ambiental y cívica, así como también de la necesidad de ser incluidas en las agendas de políticas públicas. El estudio pone también en evidencia que la agricultura urbana reúne múltiples actividades que necesitan de una fuerte educación ambiental y cívica, así como también de la necesidad de ser incluidas en las agendas de políticas públicas.
La científica destacó que el rol de los agricultores urbanos y las instituciones locales son esenciales para sostener esta práctica y potenciar sus beneficios en las ciudades. A su vez, resalta la necesidad de incorporarla en planes de desarrollo sostenible.