A cambiar el chip

El reencuentro entre los jugadores de Argentina y sus familias

Los jugadores de Argentina almorzaron allí mismo y la mayoría de ellos recibieron las tan necesarias visitas de las familias por la tarde en un emotivo reencuentro.

Luego de la inesperada tormenta, llegó la calma esperada. Argentina perdió con Arabia Saudita por la primera fecha del Grupo A del Mundial de Qatar y quedó sin margen de error para los partidos ante México y Polonia, que igualaron ayer. La mayoría de las familias de los jugadores de la selección nacional se encuentran alojados en Doha y viven de muy cerca lo que es la Copa del Mundo. Al punto tal de que están acreditados para acompañar a los protagonistas principales en la concentración y hoy fue un día clave para hacerlo.

Tras el entrenamiento matutino en el inmenso centro deportivo que se montó y aclimató para la Albiceleste en Qatar University (arrancó a las 11 hora local), los jugadores almorzaron allí mismo y la mayoría de ellos recibieron las tan necesarias visitas de las familias por la tarde. Fueron un par de horas de contención, despeje mental y recarga de energía espiritual. El único tiempo que se perdió en el cónclave fue el del traslado desde el ingreso hasta la zona en la que se aloja la delegación. Todos pudieron sacarle jugo al mitin a través de lo afectivo y emocional. Un abrazo, un beso, palabras de aliento o un mate cebado sirvió como bálsamo después del duro revés contra los saudíes.

image.png

Algunos recién vieron por primera vez a sus familiares, por los que reinó la emoción y hasta se soltaron para tomar una foto o selfie que no fueron difundidas en las redes sociales por pedido interno y para no dar cabida al qué dirán.

Por supuesto que en la jornada de hoy no abundaron las risas habituales y los chistes de los jocosos líderes en esa materia, Rodrigo De Paul y Alejandro Gómez, no obstante la idea del cuerpo técnico fue bajar línea para que la moral general no caiga al subsuelo y se mantenga el plan del inicio. Más allá del 0-1 contra los árabes, Argentina todavía depende de sí misma y se clasificará a los octavos de final de la Copa del Mundo si gana los dos partidos siguientes (este sábado ante México, en Lusail, y el miércoles 30/11 ante Polonia, en el estadio 947).

image.png

Lionel Messi fue la voz cantante, a la par del entrenador Lionel Scaloni, ante la prensa. “Que la gente confíe”, pidió. Y, entre líneas, dejó algunas pistas del cuadro de situación que se vive puertas adentro. El grupo se puso a prueba así mismo: hasta ahora no había atravesado una situación límite como esta, ni siquiera una derrota. Y si la unión fue una de las mayores virtudes para, por caso, obtener la Copa América y la Finalissima, ahora también tendrá que salir a relucir para dar vuelta la página.

El capitán nacional hizo referencia a los “ajustados” offside que se sancionaron contra Arabia Saudita. En el vestuario apenas había repasado algunas capturas de pantalla que circularon de inmediato en las redes y noticiarios. Leo fue políticamente correcto como en la mayoría de las ocasiones, pero internamente todavía reina el fastidio por la -según creen- inexistente posición adelantada de Lautaro Martínez en el primero de sus offsides. Piensan que esa conquista los privó de quebrar definitivamente un encuentro que hasta podía culminar en goleada a favor.

“No hay excusas”, fueron las textuales palabras de un Messi que también admitió errores propios. En eso está abocado Scaloni junto a su cuerpo técnico, que en las horas posteriores al 1-2 vieron otra vez el partido por TV y sacaron conclusiones que derivarán en modificaciones pensando en México. Restarán tres días más de preparación y pruebas antes de jugar nuevamente en Lusail (esta vez en turno nocturno qatarí) por un triunfo que se necesita como agua en el desierto.

image.png

“Confío en los míos a muerte, no era el resultado que deseábamos pero no tengo dudas que nos va a hacer más fuertes. El sábado todos juntos”, fue el mensaje del Papu Gómez en las redes sociales. Lejos de esconderse, los futbolistas argentinos acusaron el golpe, pero se mostraron enteros y con sed de remontar el mal estreno. El Dibu Martínez, ante los micrófonos, compartió una idea generalizada del grupo: “Mejor ahora que más adelante”. Ver el vaso medio lleno, otra de las premisas en este delicado inicio de certamen.

Absolutamente todas las familiares de los jugadores de la Selección pusieron el hombro en un momento difícil. Estaba planificado que el encuentro fuera en otro contexto, con una alegría natural generada por un debut mundialista auspicioso y triunfal. Así y todo, el cónclave no se suspendió e igualmente sumó. Incluso más luego de la derrota. La barra de autoestima se recargó y ahora restará llenar la energética y futbolística. Argentina va por la recuperación total.

Fuente: Infobae

Te Puede Interesar