Anteriormente, hablamos sobre las razones por las cuales una persona cambia. Entendimos que el dolor tiene un rol vital. Por eso, cuando el dolor de permanecer iguales es mayor al dolor por cambiar, entonces nos transformamos. Pero cuando estamos en la mitad de la carretera, transitando un proceso de cambio, es esperable sentir miedo, ansiedad y estrés. ¿Qué podemos hacer para encontrar calma en momentos donde nos sentimos fuera de control? ¿Qué nos puede ayudar a la hora de cambiar?
Hay un montón de herramientas al alcance de todos para poder afrontar momentos de cambio. Sin embargo, no apelamos a ellas por distintas razones, desde escepticismo hasta falta de información.
Es por eso que esta vez quiero ofrecerles una guía rápida sobre cómo usar algunas de estas técnicas. Hoy quiero hablarles sobre La Respiración. Nada más y nada menos.
La respiración implica ese intercambio gaseoso en nuestros pulmones. Inhalamos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono. Suena sencillo, pero claro, es un proceso más complejo. No quiero dar una clase de anatomía, pero sí deseo recalcar algo. Este proceso, automático y autónomo en nosotros, si lo intervenimos de forma adecuada, puede generar sensación de bienestar, tranquilidad y calma, entre otros beneficios en nuestra salud.
Algunos de sus efectos son: la regulación de las emociones, reducción de la velocidad de pensamientos, reducción del estrés, mejora de la concentración y fortalecimiento del sistema inmunológico.
Imaginemos que estamos ante una situación de estrés, ansiedad o miedo. En mi caso, subirme a un avión sería un buen ejemplo. Dicho estrés será una respuesta adaptativa del cuerpo para hacer frente a determinada situación que siguiendo con mi ejemplo percibo como peligrosa.
Si observamos nuestro cuerpo podemos notar que los músculos se tensionan, nuestro corazón late con mayor velocidad, estamos en estado de hipervigilancia y la respiración es rápida, corta y alta (ubicada en nuestras clavículas).
Todas estas reacciones son necesarias en algún momento de nuestras vidas. Pero cuando aparecen de forma crónica estamos frente a un desequilibrio, tal como les contaba en lanota sobre Estrés junto a la psicóloga Julia Quiroga
Si nuestra forma de respirar en ciertos momentos nos da información sobre lo que nos está pasando, ¿qué pasaría si a través de la respiración nosotros le diéramos información nueva a nuestro cuerpo? Es así que interviniendo la respiración podemos salir de la cadena del estrés y encontrar calma nuevamente.
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A respirar: “Ritual de calma en 5 pasos”
Pasemos a realizar una práctica de respiración consciente y así poder experimentar sus efectos. Vas a ubicarte en algún lugar tranquilo, en una silla, sillón o en tu cama. Podés colocarte en el piso con algún almohadón o yoga mat (colchoneta que usamos para practicar yoga). Dónde te ubiques, lo vas a hacer sentado.
Te vas a asegurar de no tener interrupciones. Vas a silenciar tu teléfono y podés avisar en casa que durante unos minutos no estas disponible. Pasemos a la acción. Podés aprenderte los pasos antes de empezar y así hacerlo de forma continua.
Sentate con la espalda derecha, pero respetando las curvas que naturalmente tiene. Cerras tus ojos: vas a observar la luz que atraviesa la piel de tus parpados. De la misma forma, vas a observar los sonidos que percibís en el entorno en donde estás.
Vas a colocar tu mano derecha sobre el abdomen y tu mano izquierda en el pecho. Conecta mente-cuerpo. Pensa en la idea de que podés relajar tu cuerpo y aun así sostener la postura. Podemos relajarnos y conservar el control.
Te vas a enfocar en la respiración. Siempre por nariz. No es profunda, sino que dejas que sea orgánica, natural. No por tomar más aire nos oxigenamos más.
Ahora llevas el aire que inhalas hacia la mano derecha, es decir, hacia tu abdomen. Mientras tanto, la mano izquierda no se mueve. Es decir, tu pecho y zona de clavículas permanecen quietas.
Una vez que logres sostener esta técnica de respiración, le agregas el tiempo de duración. Vas a inhalar contando 4 y vas a tratar de exhalar contando 6. Vas a sostener durante 10 minutos.
A esta técnica le llamamos Respiración Abdominal o Diafragmática. Y es muy efectiva para poder relajar el sistema nervioso y generar los beneficios que líneas arriba te contaba.
Si todo esto es mucho, o sentís que no tenés tiempo, te dejo dos opciones: 1 - Pregúntate sobre el tiempo que te dedicas a vos mismo. Y 2 - ¿sabías que el suspiro fisiológico tiene efectos similares a los de la respiración abdominal? Asique si andas corto de tiempo o de ganas, por el simple hecho de suspirar ya podés empezar a generar cambios!
Un poco de neurociencia
¿Por qué en el abdomen y no en otro lado? Quizás se estén preguntando ¿qué es lo que pasa en el abdomen? ¿Conocen el Nervio Vago? Es como si fuera un ramillete de nervios que recorre entre otras partes, desde nuestro estómago hacia la parte posterior de nuestro cerebro.
Al derivar el aire a la parte inferior de los pulmones, lo cual podemos referenciar como respiración en el abdomen, lo que estamos haciendo es estimular este nervio vago y así llevar información a través de él a nuestro cerebro generando impacto en el sistema nervioso.
Así activamos al sistema nervioso parasimpático, el responsable de la respuesta de relajación, estado de reposo o digestión. Esta es la reacción deseada versus la activación del sistema nervioso simpático, el responsable del estado de alerta, asociado al estrés.
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Aroma a relax
Ahora bien, a esta práctica podés fusionarla con Aromaterapia. ¿Qué es eso? Dentro de las terapias alternativas, es aquella que utiliza materiales y compuestos aromáticos provenientes de plantasy otros materiales. En base a las cualidades de determinadas plantas, su aplicación tópica en la piel o por la inhalación de los aromas y sus partículas, generan múltiples beneficios en la mente y el cuerpo.
Si bien no hay suficiente evidencia científica sobre la prevención o cura de enfermedades, esta terapia sí ha demostrado la reducción de ansiedad y estrés en pacientes. Es por eso que yo la recomiendo en conjunto con la práctica de respiración consciente, yoga y meditación.
Si quisieras empezar el día superconcentrado y activo podés usar aceite esencial de menta o eucalipto. Y para finalizar el día y bajar revoluciones podrías usar aceite de lavanda. Recibir unos buenos masajes haciendo uso de estos compuestos tiene un plus, por supuesto.
¿Dónde?
Los aromas no solo podés apreciarlos en aceites esenciales, que son extractos de distintas plantas haciendo uso de diferentes técnicas. También podés usar velas, sahumerios, cremas, difusores. Sea como sea, el aroma estimula siempre nuestro sistema nervioso.
Todos estos materiales ideales para tu “Ritual de Calma” podés encontrarlos en OikosDecohome. Cómo te contaba en la nota que pudimos hacer sobre este espacio, está ubicado en Parador Vitta. Frente a Palmares, ingresando por la ciclo vía.